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Donna Karan: adiós a la reina de la séptima avenida

Artífice del estilo femenino de Norteamérica

Donna Karan: adiós a la reina de la séptima avenida

Donna Karan: adiós a la reina de la séptima avenida

Mayra Villegas Burguette

La diseñadora que supo entender lo que es ser mujer con todas sus complejidades y expresarlo a través de sus creaciones en un estilo moderno, sencillo y a la vez sofisticado, se aparta de Donna Karan la firma que ella misma fundó para concentrarse en otros proyectos.

Donna Karan, nació el 2 de octubre de 1948 en Nueva York, en el seno de una familia judía. Su verdadero nombre es Donna Faske Ivy, el apellido Karan lo adoptó de su primer marido, Mark Karan, con quien se casó en 1970.

Desde muy pequeña, Donna estuvo influenciada por el mundo de la moda, ya que su madre era modelo y su padrastro sastre, al igual que su abuelo, quien desempeñaba ese mismo oficio en Polonia.

FORMACIÓN EN LA INDUSTRIA DE LA MODA

Inició su educación profesional en la célebre Escuela Parsons de Nueva York en 1966. Ahí estudió un par de años antes de dar sus primeros pasos en el mundo de las pasarelas con Anne Klein, compañía de la que sería jefa de diseño tras la muerte de Klein en 1974.

Diez años después, los dueños de la firma la apoyaron con tres millones de dólares para que empezara su propio emporio. Por esa época, la diseñadora se había casado por segunda vez, con el escultor Stephan Weiss, quien se convertiría en parte fundamental del desarrollo de Donna Karan y su empresa homónima al dejar de lado su carrera artística para apoyar a su esposa. Weiss incluso llegó a desempeñarse como vicepresidente y más tarde como encargado de la línea cosmética de la firma.

SELLO DE LA DISEÑADORA

La primera colección de Donna Karan vio la luz en 1985. Lo que caracterizó sus diseños fue la mezcla entre la sofisticación y la funcionalidad, ya que siempre buscaba crear prendas que armonizaran con la vida de la mujer de negocios que también tiene un hogar.

La propuesta que la llevó a la fama sin retorno fue su línea de cuerpos elásticos, una colección de siete piezas que toda mujer había de tener en su armario (seven easy pieces). Se trataba de un sistema de siete prendas intercambiables que combinaban entre ellas y que eran capaces de crear por sí mismas un guardarropa completo para usar a cualquier hora del día y en cualquier temporada del año. La inspiración de Donna eran los hombres y mujeres creativos, “una persona que nunca sabe dónde va a llevarle el día”, decía. Su popularidad le impulsó a aumentar esta colección, que hoy cuenta con unas 200 piezas.

La diseñadora siempre estaba determinada en seducir todos los sentidos y pronto comprendió que no todo era cuestión de la ropa en sí, sino que la clave era configurar todo un estilo de vida deseable para los consumidores, lo cual incluía llevar las gafas perfectas, el correcto sostén, en fin, vestir en función a la estética. Donna, al igual que otras firmas como Calvin Klein, comenzó a ver sus diseños en una imagen que iba desde la cabeza a los pies. Bajo esta óptica resultaba crucial diversificar su negocio, así que lanzó sus líneas de ropa interior, lentes de sol, cinturones y perfumes.

APOGEO DE LA MARCA

El momento de mayor auge de Donna Karan fue sin duda la década de los noventa. En 1991 gana el premio CFDA (Consejo de diseñadores de moda de Amércia) a la mejor colección femenina. A partir de entonces comienza a diseñar para varones, para lo cual tomó como inspiración a su esposo, y en 1993 gana un CFDA por su línea masculina, un gran honor para ella por ser la primera mujer en conseguirlo.

Por entonces expandió su empresa con la línea DKNY, inspirada en su hija Gabrielle, Donna desarrolló un concepto más económico y dirigido un público más joven que sigue marcando tendencia en prendas, accesorios y perfumes.

En 1992 lanzó su primer perfume. Su incursión en esta área estuvo marcada por las atractivas botellas diseñadas por su esposo.

Kate Moss, Brooke Shields, Mila Jovovich, Hillary Clinton, Barbra Streisand, fueron algunas de las celebridades que cayeron rendidas en la década de los noventa ante el estilo de Donna Karan. En épocas más actuales sus diseños han sido portados por actrices de trayectoria como Gwyneth Paltrow, Penélope Cruz y Sofía Vergara, así como por íconos juveniles como Taylor Swift, Emila Clarke y Kristen Stewart, entre otras.

Donna Karan vendió su compañía al emporio LVMH (Louis Vuitton Moët Hennessy) en 2001 por 243 millones de dólares pero se siguió desempeñando como directora creativa hasta inicios del pasado mes de julio, fecha en que se confirmó su salida de la compañía que ella misma fundó hace 30 años.

"He llegado a un punto en mi vida en el que necesito pasar más tiempo trabajando en mi compromiso con Urban Zen y todo su potencial y seguir mi visión de filantropía y comercio desde la perspectiva de la salud, la educación y la preservación de culturas", aseguró en un comunicado.

La diseñadora reconoció haber considerado esta decisión durante "varios años" e informó que se mantendrá como asesora de Donna Karan Internacional, pero abandona su labor diaria como directora creativa.

LA INFLUENCIA NEW AGE

Urban Zen es una fundación creado por Donna Karan en 2007, la cual es el reflejo de la pasión de la diseñadora por el yoga y otras técnicas orientales. La diseñadora ha hablado millones de veces sobre los beneficios que la meditación ha traído a su vida y de su deseo de liderar una cruzada espiritual que invite a todo el mundo a unirse a este tipo de práctica. [...] es una ferviente defensora del yoga y cree que es posible curar casos de estrés postraumático con este tipo de disciplinas, destacó Vogue España hace unos días.

La fundación cuenta con una línea de ropa y accesorios desarrollados en asociación con países como Haití, Tailandia e Indonesia.

La misión de Urban Zen es levantar la conciencia e inspirar cambios en las áreas del bienestar, educación y preservación de las culturas.

En el área de bienestar, Urban Zen brinda promueve un cuidado holístico que combina la medicina oriental con base en el yoga y la tradicional medicina occidental. En cuanto al empoderamiento infantil, integra a los niños a diversas organizaciones infantiles que les dan herramientas para enfrentar los obstáculos, e impulsa su crecimiento espiritual, físico y emocional. En cuanto a la preservación de culturas su objetivo es que estas no pierdan su esencia ante la creciente globalización, para lo cual implementa programas para impulsar la sostenibilidad de comunidades por medio de su propio trabajo y creatividad.

La decisión de abandonar su cargo como directora creativa de la compañía que lleva su nombre podría ser vista como el fin de una leyenda en el mundo de la moda, sin embargo, puede que solo estemos ante un cambio de era, como planteó Leticia García a inicios de este mes en el diario El País:

Karan ha anunciado que va a centrar sus esfuerzos en Urban Zen, la tercera pata de la compañía, una enseña fundada en 2007 dedicada al bienestar, la meditación y la vida sana, o lo que es lo mismo: dedicada al otro gran pilar que mueve la moda en 2015; la salud y la contaminación del uniforme de yoga en la indumentaria urbana. Reinventarse o morir, dicen. Y Donna Karan, que supo ver antes que nadie las demandas de las mujeres de tres décadas, es una experta en esto de adivinar el futuro.

Correo-e: mayra.cecil.28@gmail.com

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