EDITORIAL Caricatura editorial columnas editorial

Durango. La moneda al aire

No hagas cosas buenas...

ENRIQUE IRAZOQUI

Casi todas las cartas están en la mesa para la sucesión de Durango. El alcalde capitalino Esteban Villegas está ya franco para tratar de suceder a Jorge Herrera Caldera, titular actual del poder ejecutivo estatal. En ello no hay sorpresa alguna, las instancias gubernamentales desde hace ya muchos meses habían dado visos de que el doctor Villegas sería el delfín del gobernador, no obstante no contar claramente con blasones amplios para buscar la primera magistratura de Durango.

El doctor Villegas se inscribió al PRI a los 23 años en 1999 para 8 años más tarde convertirse en diputado local por su partido. En octubre de 2009 fue designado como presidente del Comité Estatal del PRI y en el año de 2012 llegó al gabinete de Herrera Caldera, fungiendo un año como secretario de Salud. Un año después el doctor fue proyectado a la presidencia municipal capitalina y desde esa posición, buscará convertirse en gobernador.

Por el otro lado la senadora Leticia Herrera Ale, gomezpalatina que desde que accedió al Senado su objetivo era claro: ser la primera mujer en gobernar su estado. Hija del controversial agroindustrial empresario y político, Carlos Herrera Araluce, Leticia ha recorrido ya varios cargos de elección popular. Fue presidenta municipal de 2001 a 2004; ganó la elección para la diputación federal en 2006 por el distrito II de Durango, con cabecera en el propio Gómez Palacio y Lerdo fundamentalmente. En el año 2010, llegó al Congreso local para desempeñarse como diputada local y dos años después arribó a la Cámara Alta, para convertirse en senadora de la república, puesto que actualmente desempeña.

Hay una carta que está agazapada, porque contrario a las expresiones de Villegas y Herrera, el senador panista José Rosas Aispuru ha sido más cauto en cuanto declararse abiertamente dispuesto a competir. Sabe bien que está en la jugada y sabe también que él se puede convertir en el fiel de la balanza. Por mucho, de los tres es el que más experiencia tiene políticamente, ese arte lo conoce como el que más. Tiene una trayectoria pública de décadas. Ingresó al PRI en 1980, hace 35 años, y su década dorada fue de 1994 a 2004, donde consiguió ser diputado federal y local, para luego fungir como alcalde de Durango, al tiempo que también fue presidente estatal del Revolucionario Institucional.

Chucha cuerera en el juego electoral, Rosas Aispuru buscó ser el sucesor de Ismael Hernández Deras, antecesor del actual gobernante. Creía que sus favores previos a Ismael le serían recompensados con la candidatura. No fue así y decidió marcharse y desafiar al partido al que siempre había pertenecido y compitió hace 5 años abanderando a una coalición encabezada por el PAN. Perdió, pero quedó cerca, si no hubiera sido por La Laguna de Durango, tierra del herrerismo, Rosas hubiese roto la hegemonía priista. Hoy está en al contienda, pero con otras condiciones.

Con estas circunstancias y reducido el círculo de suspirantes con posibilidades reales de ganar la elección, existen condiciones particulares que harán de suyo peculiar la carrera por la gubernatura.

La primera de ellas es que si bien el PRI tiene dos cartas, una de ellas es claramente la opción del gobierno del Estado, Esteban Villegas. En tanto la otra, la senadora Herrera no es contemplada siquiera como segunda opción, el aparato estatal gubernamental de los primeros niveles saben que si Leticia llega, todos sus privilegios se acaban. No tendrán margen de negociación con ella. Hay muchos agravios que lo harían imposible.

Leticia en cambio sabe que remará a contracorriente, el PRI nacional seguramente respetará la opinión del gobernador Herrera Caldera, que posee políticamente todo el estado, su partido es hegemónico, así que en blanco y negro Leticia Herrera si realmente va con todo por la gubernatura, tendrá que irse por una candidatura independiente o por cualquier partido opositor ávido de tener un cuadro como ella.

Sin embargo, está la posición de Rosas que también anhela ser gobernador y tiene la candidatura del PAN en la bolsa, pero su triunfo radicaría si sucediese que el PRI se parta y Leticia se vaya por independiente o con algún otro partido que divida el voto del PRI y si el senador pudiese sostener la base electoral de hace 5 años tendrá muchas posibilidades. Haría una elección muy reñida entre tres, pero el PRI con mucho seguiría en la pelea. La segunda opción es que Rosas pacte con Leticia y la apoye en una alianza para que la gomezpalatina fuese la candidata. En esas circunstancias el PRI y el oficialismo todavía la tendrían más complicada.

Así entonces, parece pues que Esteban sería el candidato del PRI; Leticia Herrera tendrá que buscarla bajo otras siglas o independiente, porque es remoto que ella sea la candidata de su partido. Rosas Aispuru podría cobrarse las derrotas y apoyar a Leticia o rifarse en una elección de tres con un resultado incierto. El resultante de todo esto es que por lo menos a un año de la elección para gobernador, la moneda está en el aire. Al tiempo.

Leer más de EDITORIAL

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 1127876

elsiglo.mx