Tragedia. Ciudadanos observan la masiva destrucción del ataque de los Emiratos hacia Yemen.
Emiratos Árabes Unidos (EAU) bombardeó ayer posiciones de los rebeldes hutíes en Yemen, un día después que éstos asestaron un duro revés a la coalición liderada por Arabia Saudita, que perdió 60 soldados, entre ellos 45 emiratíes.
Aviones de combate de EAU lanzaron ataques contra los rebeldes chiitas al amanecer de ayer sábado en la provincia de Maarib, en el oeste de Yemen, donde murieron las tropas de la coalición, así como en las ciudades yemenitas de Saná, Saada e Ibb.
De acuerdo con reportes de la agencia emiratí de noticias WAM, la fuerza aérea de los Emiratos golpeó una planta de minas en Saada, así como campamentos militares y almacenes de armas en Ibb y Saná, causando "graves daños".
La fuerza de los ataques aéreos provocaron pánico entre los residentes y, aunque hasta ahora no se ha confirmado el número oficial de víctimas, hay informes que dan cuenta de al menos ocho muertos en Saná, la capital de Yemen.
Estos bombardeos siguieron a la promesa de Abu Dhabi de mantener su compromiso con la misión de la coalición militar liderada por Riad, a fin de restaurar el poder del exiliado presidente yemenita Abd Rabbu Mansour Hadi, a pesar de las bajas sufridas la víspera.
Los rebeldes hutíes atacaron la víspera con un misil un depósito de armas de la coalición militar en Maarib, provocando grandes explosiones que dejaron al menos 60 soldados muertos, entre los cuales se contaron 45 de EAU, 10 sauditas y 15 yemenitas.
Los cuerpos de los 45 soldados emiratíes muertos la víspera fueron trasladados ayer sábado a Abu Dhabi, donde el gobierno comenzó tres días de duelo nacional mientras realizó sus servicios fúnebres.
El príncipe heredero de Abu Dhabi, jeque Mohammed bin Zayed al-Nahyan, aseguró que "estos acontecimientos sólo nos hacen más firmes en nuestro compromiso con la justicia".
