De nuevo los diferentes organismos públicos, bancos y analistas cambian las expectativas de crecimiento económico y ello simplemente no es muy motivador para los diferentes agentes de la economía. Primero hay que ver cómo se comportó el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) para el primer trimestre del año, fue de acuerdo a datos del INEGI de 2.5%, contra el 2.4% que creció en 2014 y de 2.0% el primer trimestre del 2015.
Si bien cuando menos se observa crecimiento, sin embargo las expectativas en general para este año a finales del año pasado se esperaban que el PIB creciera por arriba del 4% sobre todo de parte de las autoridades lo cual se antojaba demasiado optimista.
Y ahora que se han observado varios eventos simplemente dichas expectativas se han cambiado, así la SHCP está cambiando a que se dé un crecimiento del PIB entre 2.2% y 3.2%, el Banco de México de 2% - 3%; de acuerdo a una encuesta de bancos como JP Morgan estima un 2.4%, Santander en 2.7% Valmex a 2.9%, UBS lo estima en 2.7%, Banorte por arriba del 3%, y así vemos en general ajustes en la perspectiva del PIB para este año .
En general hay factores exógenos e internos que han orillado a que se den estos cambios para el PIB de México. Dentro de los externos sin duda está la baja importante que ha tenido la economía norteamericana el primer trimestre de este 2015, lo cual hace que para el país se reduja la demanda externa , ya que el sector manufacturero se ha visto mermado al depender del manufacturero de aquel país. Y sin tomar en cuenta la competitividad que le hubiera dado la depreciación del pes. En este sentido este sector importante bajó el primer trimestre a 1.4% respecto del 1.9% del 2014.
También ha influido en este cambio de pronóstico del PIB, la baja en la producción petrolera, ya que como lo señalaron en los criterios generales de política económica se estimaba en ley de ingresos que parte de los mismos en que la producción sería de 2.4 millones de barriles de petróleo diario y ha disminuido en estos meses por debajo de 2.3 mbpd, lo cual puede incidir negativamente en la producción nacional.
Otra aspecto que ha influido para el cambio de expectativas es que el propio crecimiento de la economía que se venía dando desde el año pasado, lo que le llaman crecimiento inercial se ha mantenido en 1% para la contabilidad del crecimiento del PIB, y primordialmente supongo que ello obedece simplemente a que por ejemplo el efecto que podría haber tenido el gasto público en obras no se ha reflejado en más alzas para el PIB, lo cual mantiene en incógnita a muchos analistas.
Es entonces relevante que si hay un programa nacional de infraestructura, y que si hay para este año el inicio de la implementación de la reforma energética en el marco de las licitaciones de la Ronda 1 de Pemex necesariamente tendrá que traducirse en un mayor efecto para el crecimiento de la economía para este año . Pero sin embargo con este cambio generalizado de pronósticos de las diversas fuentes como lo veíamos líneas arriba simplemente el consenso no lo está viendo así.
Al final estamos hablando de un crecimiento, pequeño todavía pues aún no saldremos de los doses porcientos, que no es todavía suficiente para absorber toda la mano de obra actual y la que se estaría incorporando a la vida productiva, pero bueno, al fin es crecimiento y cuando menos se espera poco mejor que el año entrante.
Vale decir que México necesita fuerzas importantes para despegar por arriba de los 4's 5's por ciento del PIB, y considero que una de estas fuerzas sería una" reforma madre", que es la reforma del estado , es decir la implementación a ultranza de un estado de derecho bien ejercido, para dar confianza tanto a la inversión productiva nacional como extranjera, por lo que ojalá y los diferentes organismos privados nacionales principalmente sean buenos portavoces ante las autoridades para que esta reforma se lleve a cabo, y no quede nada más en una pura verborrea política.
De lograrse lo anterior a mi humilde parecer la viabilidad de la implementación de las reformas estructurales tendrán el éxito económico que se merece esta sociedad que ha esperado desde hace ya una veintena de años. Ojalá verdaderamente sea una realidad para no continuar soñando, amén de que los factores externos no coadyuven con esta necesidad de crecer a tasas altas, ya que la sola implementación viable de las reformas lo pueden lograr, pero insisto con esa "reforma madre" que sigue dormida o con muy pocos avances y que todo mundo estamos esperando desde hace años. ¡Hasta la próxima!
