EDITORIAL Caricatura editorial columnas editorial

Educación y cultura ambiental: enfoques básicos

A la ciudadanía

MANUEL VALENCIA CASTRO

Existe la idea, fundada por cierto, que todos los males que le ocurren a nuestra ciudad, nuestro estado, país y planeta, se deben a la escasa educación de la población. Concediendo por un lado que dicha aseveración es un rollo muy gastado, pero que por otro existe sin lugar a dudas una fuerte influencia del nivel educativo de una sociedad en la identificación de sus males, sus causas, sus relaciones, y después, entre un caos de posibles soluciones, ser capaces y sensibles para ordenarlas, sistematizarlas en diferentes escenarios de aplicación, calculando la probabilidad de éxito de cada uno así como el trabajo y costo que será necesario invertir para lograr el cambio esperado: un mejoramiento del estado inicial.

Hablar del concepto de educación no es cualquier cosa, hablar de modelos educativos o del grado de educación de una sociedad, incrementa la intensidad, pero aplicar todo esto a la cuestión ambiental, digamos que se trata, para no asustarnos, de una cosa compleja. Por eso, desde mi particular punto de vista, que no es el de un especialista, tendríamos que revisar primero algunas cuestiones básicas de la educación, antes de meternos a una de sus aplicaciones.

Para no entrar en el detalle de las definiciones, porque mire, hace ma→ s de setenta años, Rufino Blanco, en su Enciclopedia de Pedagogía, identificó hasta 184 definiciones de educación, de manera que mejor iniciemos poniendo en la mesa el problema de la ineficacia educativa.

Una afirmación actual en el medio educativo, incluso en el entorno nacional, es que nuestro sistema educativo está en serios problemas. La base del problema es que el aprendizaje se ha convertido en sólo una acumulación de información, la cual, sin contexto, no tiene sentido, "es estéril, sin vida". En la mayoría de los casos, no tiene ninguna relación con nuestras preocupaciones más profundas. Los exámenes y la rendición de cuentas se centran sólo en la pantalla del conocimiento o en la demostración instrumental de habilidades aisladas de los problemas reales. El desempeño externo, está con frecuencia desconectado del mundo interior de los estudiantes, donde anhelan propósito y significado.

Para algunos pedagogos modernos, como Crowell y Reid, la mayor parte de lo que la investigación dice sobre el aprendizaje, cuestiona este tipo de prácticas, sin embargo, el sistema continúa con una visión fragmentada de la realidad y sin ningún intento real para conectarse al mundo de vida de los estudiantes. En la década de 1960 hubo un alegato en favor de la relevancia y en la década de 1980 la investigación educativa se orientó a un significado centrado en los currículos.

Ahora, continúan diciendo los autores, bien entrados en el siglo XXI, "estamos llamando para un aprendizaje más sensible, donde el conocimiento se convierta en una conexión a lo que somos, seres humanos, no sólo en lo que se refiere a las capacidades intelectuales, sino también a nuestra capacidad de preocupación altruista, servicio desinteresado, acción colaborativa, y la sabiduría creativa." Estas características están contenidas en lo que llamamos la enseñanza emergente, nuestro primer enfoque, orientado a la educación de jóvenes, sector en el que desafortunadamente los avances logrados en la educación preescolar y del kínder, se desvanecen, lo cual nos lleva a nuestro segundo enfoque: el Reggio Emilia.

El enfoque Reggio Emilia es un buen ejemplo de un programa eficaz. Quienes lo han aplicado y además actualizado, señalan que está construido sobre los intereses y las ideas de los estudiantes, en un ambiente de aprendizaje útil y estético, y guiado por una perspectiva experiencial de aprendizaje. Este enfoque de aprendizaje temprano ha tenido mucho éxito, aunque como se dijo antes, rara vez se ha podido continuar en etapas posteriores. "De hecho, no es hasta que se llega al nivel de doctorado o de maestría que este tipo de aprendizaje reaparece."

El aspecto más conocido del Enfoque Reggio Emilia, son los cien lenguajes de los niños. La creencia de que los niños utilizan muchas maneras diferentes de mostrar su comprensión y expresar sus ideas y creatividad. Un centenar de diferentes formas de pensar, de descubrimiento, de aprendizaje. A través del dibujo y la escultura, a través de la danza y el movimiento, a través de la pintura y juego de ficción, a través del modelado y la música; cada uno de estos cien lenguajes debe ser valorado y cuidado. El hecho de que todos somos parte del niño, de que el aprendizaje y el juego no se separan. El enfoque Reggio Emilia enfatiza el aprendizaje por descubrimiento que permite que el niño utilice todos sus sentidos y todas sus lenguas para aprender.

Estos dos enfoques, podrían ser la base de una educación ambiental efectiva, con impacto, con influencia en la vida de las personas y de nuestros ecosistemas.

Leer más de EDITORIAL

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 1125071

elsiglo.mx