Reporte. Los ataques podrían favorecer al ejército sirio y al país, señalan.
Fuerzas del gobierno sirio colocaron trampas explosivas en un grupo de edificios agrícolas en la provincia sureña de Dara y las detonaron mientras varias facciones rebeldes islámicas se reunían allí, lo que dejó 17 extremistas muertos, dijeron el domingo activistas de oposición.
El estallido, ocurrido el sábado por la noche, fue el golpe más reciente a los insurgentes poco después del asesinato la víspera de un poderoso líder rebelde en las afueras de Damasco. Lo sucedido podría fortalecer la posición del gobierno sirio antes de las conversaciones de paz sobre la guerra en el país a efectuarse en Ginebra el mes próximo.
El Observatorio Sirio por los Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña, reportó la explosión en el poblado de Kfar Shams. Ahmad al-Masalme, un activista opositor radicado en Dara, dijo que los explosivos fueron colocados de antemano en la granja y se les hizo estallar cuando los extremistas se habían reunido allí.
"Una vez que los milicianos ingresaron a la granja, los explosivos fueron detonados y ello provocó la muerte de 17", afirmó al-Malsame.
La agencia noticiosa estatal siria reportó que varios combatientes del Movimiento Islámico Muthana perdieron la vida y que dos de sus "guaridas fueron demolidas en Kfar Shams".
REBELDES
murieron en una trampa que puso el Gobierno.