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El abc de un parto fácil

Recomendaciones para que vivas tu embarazo de la mejor manera

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Angélica Sandoval

Las mujeres embarazadas, especialmente las que son primerizas, viven sus meses previos al parto con una mayor ansiedad, debido a que presentan diversos cambios en su cuerpo y por momentos, atraviesan por situaciones de estrés.

El doctor Felipe Sánchez Rodríguez, indica que para tener un parto efectivo es necesario que toda mujer embarazada tenga un control prenatal adecuado. “El control prenatal empieza desde antes de la concepción, desde antes que exista un embarazo”, recalcó el titular de la Jurisdicción Sanitaria número dos de Gómez Palacio. Agregó que, para que exista un parto exitoso, es fundamental acudir con el médico familiar y con el ginecólogo de forma periódica para evitar complicaciones.

“Hay que llevar una nutrición adecuada que permitirá el bienestar de la madre y del bebé que se encuentra en gestación, entre más rápido inicie el control prenatal mayor será la eficacia, es importante que durante el trayecto del embarazo, el crecimiento y desarrollo del producto esté acorde a la edad gestacional, por ello se tienen que dar las revisiones periódicas con el médico familiar y de forma trimestral con el ginecólogo”, recomendó el especialista.

En las revisiones, tus médicos comprobarán que todo está en orden para afrontar tu embarazo, además de que indagarán tu historia clínica para detectar posibles riesgos. Aspectos como el peso, la edad, enfermedades, intervenciones previas o si tomas algún medicamento son datos que el especialista debe conocer para ayudarte a planear un embarazo saludable. Es muy probable que te realice estudios para analizar tu estado de salud general por si necesitarás algún complemento vitamínico.

“Los exámenes se dan para que la mujer en esta etapa, tenga un embarazo exitoso, si por algún momento no previó el embarazo y se dio cuenta a destiempo, tienen que hacerse lo más rápido posible, el primer trimestre es fundamental que se dé cuenta si está o no embarazada, se requiere un examen completo de laboratorio para saber en qué condiciones fisiológicas se encuentra la madre por una parte y por otra, tendrá que someterse a la revisión continúa, y deberá aplicarse algunas vacunas”, indicó Sánchez Rodríguez.

Preparación física y emocional

El ejercicio físico también es primordial para estar en forma y para que el peso esté controlado al momento de quedar embarazada. No se recomienda la práctica de deportes violentos, pero una rutina moderada es beneficiosa tanto para la madre como para el futuro bebé.

Y es que el parto siempre es uno de los momentos que provoca en las mujeres mayores inseguridades y miedos. Según algunos expertos en la materia, conforme se va acercando el gran momento, las embarazadas tienen que enfrentarse a una gran cantidad de emociones cruzadas a sabiendas de que la única forma de terminar con este sentimiento, es a través del parto. Ahí, se pondrán a prueba sus límites de resistencia emocional y psíquica.

El parto es uno de los acontecimientos más naturales para la mujeres porque fueron creadas para alumbrar. Sin embargo, en la actualidad las condiciones médicas hacen que el parto requiera de una mayor atención específica. Además, de acudir con tu médico, debes estar preparada en cuerpo, mente y espíritu.

En lo que corresponde a las últimas semanas de tu embarazo, no estarás tan nerviosa pero te irás dando cuenta que te despertarás antes de lo que deseas, aun y cuando te vayas a dormir temprano, a una hora razonable.

Pero no debes de preocuparte, ya que es algo de lo más normal. Según Sánchez Rodríguez, debes de ser cuidadosa al momento de realizar algún tipo de esfuerzo ya que el estado en el que llega la mujer embarazado al parto puede interferir en gran medida en el esfuerzo que se requiere para dar a luz al bebé.

Además del insomnio que puede desarrollarse y/o acentuarse durante los días previo al parto, muchas de las mujeres en esta etapa pueden sufrir el llamado “síndrome del nido”, explicado como una reacción espontánea que pone a prueba el organismo materno con el propósito de que llegado el momento se encuentre en forma y bien preparado para afrontar el parto.

Desde el punto de vista emocional, esta sorprendente actividad es una forma de evasión que utiliza la embarazada ante el temor que le produce la inminente llegada del parto. Por otro lado, es una muestra clara de su interés y de su ilusión por tenerlo todo a punto para cuando llegue el bebé (aunque ello no significa que las futuras mamás que se sienten agotadas tengan menos interés e ilusión).

En este tipo de situaciones, es conveniente y recomendable que la mujer embarazada se tome esta última etapa con calma, que procure descansar y no realizar grandes esfuerzos para poder llegar al parto con suficientes energías.

Según los especialistas, este síndrome se presenta más entre las futuras madres nerviosas, inquietas y activas que entre las más tranquilas. En caso de que tú te veas afectada por él, debes de controlar tu euforia y aunque te sientas capaz de realizar varias actividades domésticas, no lo hagas ya que además de exponerte a algún incidente que te afecte a ti o a tu bebé, un esfuerzo adicional podría adelantarte el parto.

Es importante también tener confianza en que todo va a salir bien. El miedo a ser papás sobreviene en todas las parejas, independientemente si el niño fue o no buscado. Dudas, miedos ante lo nuevo, declinación de la confianza, son factores comunes en estos momentos. De ninguna manera estos sentimientos afectan al bebé, son naturales y el también tiene sus propios miedos.

El amor, el cariño y la contención suman y son los elementos necesarios para que el bebé sea sano y feliz. En este periodo, también es muy importante la relajación muscular y respiración, sobre todo en las últimas semanas y en el trabajo de parto para mantener alejadas la ansiedad y el miedo.

En este sentido, las técnicas de relajación son un gran aliado para lograr un parto sin dolor. También puede ser benéfico contar con música relajante en la sala de preparto. En esta fase, la mamá debe estar tranquila, olvidarse del mundo que la rodea y centrarse únicamente en su pequeño que está por nacer. Como futura mamá, debes de saber que el sedentarismo no permite que tus músculos posean la capacidad elongadora que realmente necesitan y van perdiendo su elasticidad natural.

Ésta es una de las razones fundamentales por las que hay que trabajar todas las articulaciones y los músculos de las pelvis para que faciliten el momento del paso por el canal del parto y ayuden a la dilatación del mismo.

Para elongar las pantorrillas y las caderas, hay que colocarse en cuclillas y con las plantas de los pies totalmente apoyadas en el suelo. Al colocarte en esta posición enseguida notarás la elongación de los músculos gemelos. No hay que esforzarse, seguramente no llegarás a completar la posición durante los primeros intentos, llevará varias semanas poder hacerlo de manera completa.

Lo único importante, es conocer tus límites y no lastimarte con estos ejercicios, la vida sedentaria nos endurece más de lo que imaginamos, por lo que lo mejor es iniciarnos despacio, sin esforzarnos demasiado y además comenzar a realizarlos desde los primeros meses, de esta forma tendremos bastante tiempo para lograr llegar al momento del parto en excelente estado para el mismo.

Tu pareja

Otra situación durante y después del embarazo, es la relación con la pareja. Durante este periodo, es fundamental que ambos se sientan felices y plenos, pues esa felicidad repercute en la salud de la madre y en la del bebé que se está gestando. Está demostrado que vivir situaciones estresantes para la mujer, como puede ser una separación, es perjudicial para el desarrollo del bebé.

Tu esposo no es “superman”. No puede hacer todo y entender cada una de tus variaciones de humor, aún no está entrenado. No puede, saber cuándo tus hormonas suben o bajan y cómo se distribuyen. Tu esposo sólo cuenta con el amor que te tiene para afrontar el hecho de que te has convertido en la incubadora humana más linda. Tenle paciencia, está muy despistado y un poco asustado.

No lo dejes solo. No puede compartir contigo más que lo que tú le cuentes. Invítalo a cada estudio médico, comparte con él lo que vas sintiendo y lo que vas aprendiendo. Deja que toque tu panza, que hable con ella, aunque te parezca infantil. Él intenta conectarse con ese hijo que solo puede imaginar. Tú llevas ventaja, puedes sentirlo aletear dentro de ti y, muchas veces, no dices nada y lo disfrutas en silencio porque es tu universo con el bebé. Compártelo con tu esposo.

También es importante la comunicación que tengas con tu bebé en gestación. Hoy día es evidente la interacción bioquímica entre madre y feto a través de la placenta considerada un órgano de intercambio complejo y no un simple filtro de oxígeno, nutrientes y desechos. El bebé se instala en el cuerpo de la mamá y lo convierte en el cuerpo de su madre en un pequeño hogar y nada de lo que suceda a su hogar le es ajeno.

Estimula a tu bebé

Cuando la mujer está embarazada el bebé puede oír, ver y sentir desde el vientre. Es muy importante armar lazos con tu hijo, antes que se enfrente al mundo. Esta unión se puede formar, hablándole al bebé y/o poniéndole música de Mozart. Es importante que se sienta acompañado desde antes de nacer, ya que esto beneficiará su desarrollo físico, mental y de los sentidos.

Un bebé que ha recibido estimulación, antes de nacer, tendrá un desarrollo auditivo, que lo ayudará a tranquilizarse al reconocer esas voces que oía al estar dentro del vientre y además, serán más cariñosos.

Los sentidos son importantes para el feto ya que por medio de éstos se prepara para afrontar el nuevo ambiente. El tacto aparece en la semana número once del embarazo mientras que el olfato y el gusto, se desarrollan entre las semanas 12 y 13. La placenta traspasa varios elementos químicos al líquido amniótico, por donde el embrión experimenta variados olores y sabores. En la semana 17, el bebé ya puede escuchar diversos sonidos, sobre todo distingue la voz de su mamá. Paralelo a esto, se desarrolla la vista.

Se recomienda y es indispensable que nunca trates de estimular al bebé de manera brusca, es decir, no le ponga luces ni ruidos fuertes. Recuerda que la mejor manera de estimularlo es haciéndolo de forma agradable.

El momento del parto

Si este es tu primer embarazo, unas semanas antes del comienzo del parto puedes sentir lo que se conoce como “encajamiento”. Esto quiere decir que el bebé baja y se encaja en la pelvis, preparándose para el nacimiento. Puedes notar que tienes más peso en la pelvis, pero respiras mejor, porque disminuye la presión en tu caja torácica.

A la hora del parto, una gran cantidad de mujeres embarazadas lo desarrollan de forma natural, sin anestesia que mitigue el dolor, y otras que desde el principio tienen claro que prefieren no sentir dolor. En todo caso, no es una decisión sin vuelta atrás, porque aunque previamente hayas expresado tu intención de que no te pongan la epidural, si durante el parto ves que no soportas el dolor, la puedes pedir al equipo médico que te la administrará si tus condiciones médicas lo permiten.

A veces los médicos tienen que intervenir quirúrgicamente si el bebé tiene dificultades para nacer, por ello, la mejor recomendación es que te rodees de un buen equipo médico y de personas de confianza.

Pero recuerda que cada embarazo es diferente y ninguna guía ni artículo incluye todas las situaciones que se puedan presentar. Así es que si no estás segura si un síntoma es grave o si te sientes incómoda o algo te causa preocupación, confía en tus instintos y llama a tu médico o partera. Si algo no está bien, recibirás la ayuda necesaria. Y si todo está bien, te sentirás más tranquila de saberlo.

El alumbramiento

Estas son tres de las fases más importantes del parte:

*Primera fase: Dilatación. En esta fase se produce lo que conocemos como “descenso”, es decir, el trayecto que hace la cabeza del bebé desde el útero hasta su salida.

*Segunda fase: Expulsivo. empieza cuando se alcanza la dilación completa y acaba en el momento en que el bebé sale completamente al exterior. Dentro de la fase del expulsivo, evidentemente el momento más importante para los padres es la salida del bebé.

*Tercera fase: Alumbramiento. Corresponde a la expulsión de la placenta y las membranas ovulares. En este proceso, se continúa teniendo contracciones pero ya casi no son dolorosas, puede alargarse hasta 1 hora después de la salida del bebé.

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