"Arte, artista. ¿Qué es eso de artista?
-Marc Chagall-
El arte de pintar puede brindar al espectador muchas sensaciones. El mero hecho de percibir puede ser la fuerza que movilice emociones que se verán reflejadas en aquello que se experimenta, quizá sea la alegría o la melancolía. Pero algo se genera en ese momento de conexión con el artista que es el autor y la persona que se pone a dialogar con su obra.
La experiencia puede convertirse también en una forma de conocer el mundo del autor, por lo que es posible interactuar de cierta forma con la obra. En unas resulta más sencillo que en otras, probablemente el detenimiento que unas ameriten para ser admiradas sea más minucioso, pero existen aquellas en las cuales el autor con la suficiente habilidad brinda la posibilidad de generar movimiento dentro de sus cuadros por lo que, quien las ve puede darse cuenta cómo transcurre la historia dentro del lienzo.
Estos sutiles movimientos que crean escenas que fluyen libremente son bellos de contemplar y complejos al darse cuenta de la destreza de su autor.
Marc Chagall es un pintor cuya biografía es interesante como su obra. Él es uno de aquellos artistas cuyas manos tienen el don de dar ritmo a sus pinturas mediante el suave vaivén de trazos. Nació en Bielorrusia en una familia judía, el mayor de nueve hermanos, por lo cual sus primeras experiencias fueron las esperables dentro de una familia con estas características. Sin embargo tuvo la oportunidad de ver más allá gracias a su madre, por lo que se mudó a San Petersburgo para formarse en artes y posteriormente ir hacia Paris, donde el arte moderno tenía su hogar.
Su desarrollo como pintor ha visto la evolución de estilos y colores para ser actualmente fácil reconocido en sus obras. Desde sus inicios sus obras tienen un sentido narrativo como en "La boda rusa" (1909), en la que se muestra la peregrinación de una pareja el día de su matrimonio, si bien la obra no es obscura existe poco contraste a excepción del blanco vestido de la novia, se le da gran importancia a recorrido que realizan por lo que la porción del suelo corresponde a más de la mitad del cuadro.
Es notorio cuando entra en contacto con las vanguardias ya que su obra se transforma en varios sentidos, el más claro es como se acerca al cubismo y a los contrastes de color muestra de ello "Yo y la aldea" en la que las perspectivas se combinan para crear personajes y lugares que refieren una estructura circular la vida cotidiana. El color negro cobra importancia al momento que lo emplea para resaltar los demás colores como es el caso de los oleos de violinistas (1912-14), pero si existe pintura alguna que se le reconoce son aquellas en las que los tonos azules predominan en composiciones que parecieran salir de sueños. "La virgen con el trineo" (1947), "Los puentes de Sena" (1954) o "El campo de Marte" (1954) tienen estas características que permiten divagar en la extensión de sus historias por elementos que parecen flotar en un gran conjunto que mantiene la armonía y que impacta visualmente.
Chagall es considerado un expresionista, no desde el enfoque del expresionismo alemán, en el que el color principalmente los colores cálidos son los que llaman la atención, en el caso de él su paleta de color permite explorar un expresionismo de las formas y los espacios que es tan diferente como impactante y agradable.
Su obra es pródigamente reconocida ya que no solo se dedicó a la pintura y tiene el sello de unicidad por mostrar una cara con otra perspectiva de la vanguardia desde su natal Rusia hasta sus vitrales en el Continente Americano.