El camino hacia el arte
La lectura es una amplia fuente de conocimiento, que permite formar los criterios con los cuales se dirige la persona, es por ello que en los libros se encuentra no solo acervo científico o teórico también el material necesario para fomentar la imaginación y la creatividad, las cuales podemos encontrar en forma de novelas en sus diferentes géneros.
Sin embargo, las novelas aparte de ser una interesante manera de entretenimiento dicen mucho de nosotros como sociedad y como individuo de lo que imaginamos, ya que dentro de su gran variedad de temas y de formas narrativas siempre existen aquellas que cautivan la atención de público más que otras. Este resulta un fenómeno interesante de estudiar ya que no es un evento aislado, Dennis Dutton lo aborda desde la perspectiva de la pintura, dado que existe cierta inclinación por los paisajes abiertos sobre otros temas plasmados en los cuadros, esto lo explica mediante una serie de hipótesis referentes a la evolución de ser humano. Mientras tanto este fenómeno en el campo de la lectura Umberto Eco lo aborda desde la filosofía de la novela, llevando el tema muy cerca de la psicología de la persona durante el proceso de lectura y la teoría social.
Comenzando que Eco propone que toda narración tiene una estructura lógica en la cual se articulan los hechos, de ahí que todos los elementos que se contemplen dentro de la obra estén hilados de manera que el lector esté interesado en saber que les ocurre a los personajes empleando el misterio y la sorpresa para captar la atención. A esto le llama la novela popular, que usualmente era publicada cada cierto tiempo en volúmenes, a lo cual el autor debía tener la habilidad de manejar los eventos para que el protagonista de la historia se vea envuelto en una serie de fatalidades que se entrelazan con la de los personajes secundarios.
El formato que se describe anteriormente resulta del análisis de obras como las de Dumas y Eugene Sue específicamente de la obra de "Los misterios de Paris" en la cual retrata al estrato social más humilde y víctima de dramáticas situaciones. Otra característica de la obra que se repartía en folletos era la intención de alargar la narración según la aceptación que recibía por parte del público. Pese a que se trate de un análisis de obras de hace tiempo, es posible hallar similitudes en series y telenovelas de la actualidad, en una versión actualizada de lo que Eco llama novela popular.
Pero, ¿qué pasa con el protagonista? ¿Cuál es el motivo que nos hace sentirnos cómplices de sus aventuras, aliviados en sus aciertos y desesperados en las injusticias de las cuales es víctima? La respuesta a ellos desde la psicología en apariencia sencilla, es la proyección. Un mecanismo que funge como el reflejo de las situaciones cotidianas que experimentamos y los vemos semejantes a los que presenta el autor, es similar a ponerse en el lugar y ser el protagonista. Por ello el sentirse capaz cuando el Conde de Montecristo descubre su verdadera identidad después de jugar con el destino de sus antiguos adversarios. La sorpresa y el poder que le representan puesta en la figura del personaje y del lector. Naturalmente hay elementos sociales en juego en este proceso, no es casualidad que se tome como protagónicos a los que sufren.
Umberto Eco hace una reflexión profunda sobre estas novelas en "El superhombre de las masas" en la que analiza y propone preguntas del individuo y la sociedad que consume las novelas. Además de cuestionar la estructura de la narración y los mecanismos que emplea para formar algo semejante a una "receta" para el éxito de una novela y el -si el protagonista puede, yo también- formado casi inconscientemente.
