El Chanate recorre La Habana

En la capital cubana, donde además de política, ron y son, los ciudadanos están tan familiarizados con el arte, que es fácil encontrarse que un joven de secundaria pregunte por la teoría del color en una obra plástica, seis artistas laguneros llamaron la atención la semana pasada durante la edición 2015 de la Bienal de La Habana.

Montados en una versión tropicalizada de El Chanate-Móvil, repartieron más de seis mil estampas de un acervo de 350 artistas mexicanos de manera gratuita.

Recorrieron calles, parques, plazas y escuelas públicas, y compartieron un discurso social con el pueblo cubano.

Invitados por la Curtiduría de Demián Flores, los laguneros Norberto Treviño, Jesús Soto, y Santiago Espiricueta, acercaron la experiencia de la estampa y el proceso creativo, en el único artefacto móvil para hacer arte, que participó en la Bienal más antigua de América Latina.

"Estuvimos en espacios que nos marcó la bienal, como Casa Blanca, el Parque Trillo, el Romerillo, El Prado, pero nosotros nos salimos al Malecón, fuimos a la escuela primaria del barrio donde nos hospedábamos. Salíamos a las 9:00 de la mañana, instalábamos el tórculo, (prensa) preparábamos papel, y a tapizar La Habana de estampas mexicanas", comentó Norberto Treviño, director de El Chanate.

Una experiencia a la que se sumaron además otros miembros del taller lagunero de gráfica, como Efraín Gaytán, Miguel Ríos y Santiago Grijalva, quienes además de apoyar el proyecto del triciclo, compartieron con artistas de más de treinta países, parte de su trabajo creativo.

"Muchos de los asistentes y la prensa local, nos calificó como uno de los proyectos de mayor impacto social, teníamos un encuentro directo con el público, con artistas, con todos los que se nos acercaban, colegas de varios países latinoamericanos nos felicitaban por la forma en la que llevábamos el arte a las comunidades, como lo hacemos en Torreón y a donde nos invitan", dijo el artista lagunero.

UN PROYECTO VIVO

A diferencia de otros proyectos, y con la misma dinámica que hizo grande al propio cubano Félix González-Torres, quien ponía sus fotografías para que el público se las llevara, los chanates laguneros dejaron en Cuba, más de seis mil pequeñas partes de un proyecto que los ha llevado a recorrer parte de México.

"Es la democratización de la gráfica, aquí el artista pierde el protagonismo, es la estampa la pieza central de este trabajo, una pieza viva que trasciende más allá de la contemplación, porque te la llevas y la haces tuya", explicó Norberto Treviño.

Sorprendidos de que regalaran arte, que fuera gratis, los cubanos se formaban, pedían otra estampa y se divertían grabando, narra el director de El Chanate, recordando una experiencia que para él, marca la historia del taller lagunero.

LA EXPERIENCIA

"Es otro nivel, no es una bienal comercial, pero estar cerca de artistas de países como Argentina, Chile, Colombia, Francia, Italia, e incluso África, nos permitió saber que teníamos nivel; claro participamos gracias a la ecuación arte-comunidad, que hemos venido trabajando con el maestro Demián Flores".

Invitaciones a Chile, Argentina, un catálogo impreso con la obra de los laguneros participantes, el deseo de varios colectivos por replicar el triciclo lagunero, la experiencia de haber participado en una bienal de peso, y saber que en Torreón se están haciendo cosas de nivel, son parte del saldo a favor que dice Norberto, les dejó la Bienal.

 FORMACIÓN

Varios de los artistas laguneros que fueron a Cuba, asistirán durante un año a las clínicas de arte de la Curtiduría en Oaxaca, algo que consolida al colectivo, y que además le permite confirmar que su proyecto móvil sigue vigente.

"Nos dimos cuenta que acercar la gráfica a la comunidad a través de un triciclo, es un proyecto vivo, contemporáneo y vigente.

"El mismísimo artista italiano Michelangelo Pistoletto, consagrado en el mundo del arte contemporáneo, se acercó al triciclo y se llevó su estampa.

"Lo mismo se nos acercó un niño de secundaria que una ama de casa; la misma curiosidad de saber la forma en la habíamos diseñado el triciclo de El Chanate-Móvil, la tuvieron tanto críticos de arte, como colegas como el artista cubano Cacho".

Lo que sigue...

Para Norberto Treviño está claro que después de la participación de El Chanate en la Bienal de La Habana 20015, el compromiso con la gráfica y la formación de nuevos jóvenes, es fundamental, afina detalles para continuar colaborando con los proyectos sociales del artista oaxaqueño Demián Flores y espera se consoliden las invitaciones a Argentina y Chile.

En los siguientes meses, trabajará además en otro artefacto móvil que tendrá la misión de conservar un acervo de archivo gráfico permanente de artistas de todo el país, que también se espera itinerar a diferentes ciudades, con la intención de trabajar en el contacto directo con el público.