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El Espacio de Cerpa

LA PAUSA DE LOS SIETE MESES

Rodolfo Cerpa

Ha concluido una temporada más de la NFL y todavía, degustando el espectáculo que ofrecieron tanto los Patriotas como los Halcones Marinos en el que ha sido considerado uno de los mejores cinco Super Tazones de toda la historia, hemos visto una campaña que ha tratado de subsanar una época bajo la ilógica situación de la violencia doméstica empleada de manera absurda por algunos inadaptados encabezados por Ray Rice (cuánta falta le hizo a los Cuervos sobre todo en el partido divisional).

Cuando recibió la oportunidad de dirigir a la escuadra de Seattle, Pete Carroll comentó que se hacía cargo del equipo siempre y cuando se le dejara tomar las decisiones en todo lo que corresponde a lo deportivo y parece que, después de lo que vivimos en el partido del año pasado cuando los Halcones Marinos desaparecieron en el MetLife Stadium a los Broncos, el tiempo le estaba dado la razón.

Es increíble que, después de la jugada tan torpe que se envió desde la banca y que resultó al final de cuentas el que Seattle entregara la diadema, cómo llegaron una cantidad enorme de mensajes a través de las redes sociales donde censuraban la descabellada resolución que tomó Carroll y en el que algunos, y coincido, lo perseguirán por el resto de su carrera así como en alguna ocasión, después del Super Bowl XXV, a Scott Norwood el destino no lo perdonó después de fallar el gol de campo que le daría el trofeo "Vince Lombardi" a los Bills y que resultó, como si fuera una malaria, una catástrofe para el conjunto de Buffalo porque después de ahí perdieron otros tres Super Bowl en forma consecutiva y ya nunca se levantaron.

El argumento que sacó el head coach de los Halcones Marinos y el que todos sabíamos, incluyendo a la trinchera de los ahora campeones así como los apoyadores y el perímetro, es que la lógica era darle el balón a Marshall Lynch el cual, tal vez para sorprenderlos, era precisamente no irse por lo más sensato a lo cual recurrió, a una jugada que estaba destinada el tentar al mismo chamuco y ya vemos lo que resultó pero ¿qué no había otra acción para desconcertar al enemigo como si sabía también de que si hay un quarterback que mejor corre el balón en la liga es precisamente Russell Wilson?

Estábamos recordando que en enero de 1981 en el partido divisional de la Conferencia Americana en la "perrera municipal" de Cleveland, los Cafés ya casi tenían asegurado su pase al juego de campeonato de la AFC ya que estaban 2 puntos por debajo en el marcador frente a los Raiders y se encontraban a 5 yardas de la anotación y a menos de un minuto por terminar el partido y en lugar de ir por el gol de campo que los enviaría a San Diego frente a los Cargadores, optaron por retar las leyes de la naturaleza en donde Brian Sipe, también en una locura, envió un pase a las diagonales que fue interceptado por Mike Davis y colorín colorado.

¡Pero qué necesidad!, diría Juan Gabriel.

rjcerpa@hotmail.com

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