El pasado lunes en la duela de los Pacers, el actual coach de los campeones vigentes de la NBA, Gregg Popovich, se convirtió en el tercer entrenador que llega más presto a lograr 1,000 victorias en el "deporte ráfaga" y el segundo, junto con Jerry Sloan que lo hizo con el Jazz, en alcanzarlo con una misma organización dentro del profesionalismo, con una palabra mágica y que es continuidad ya que, al frente de los Spurs, ha logrado darle miles de satisfacciones a los aficionados de San Antonio.
Popovich parecía turbado después de que su equipo, viniendo de atrás, venció a Indiana y parecía que su semblante, se ponía más rojo que la camisa de Tiger Woods en un domingo, sin embargo, es indudable que el secreto de su consecución ha sido su compromiso atrevido a la creación de una personalidad, una sapiencia que se ha llegado a conocer como el "camino de los Spurs".
Desde que ganó el equipo texano su cuarto título en el 2007 hasta el quinto del año pasado en que le pasaron encima a LeBron, Wade, Bosh y compañía en las finales, Duncan, Parker y Ginóbili (que raro, uno nacido en la Islas Vírgenes, otro en Francia y el tercero en Argentina), todos estaban evidenciando los frutos del tiempo sin embargo su actual entrenador ha sistematizado al máximo sus capacidades por engomar sus escudos sin importarle un comino si había multas por parte de la oficina del comisionado o por los que pagan los derechos de televisión (ya ven que aquí los que transmiten los partidos de futbol se sienten los dueños del planeta) cuando sentó a sus estrellas.
Y continuando con el mundo mágico de la NBA, hoy nos encontramos que de repente ya tenemos otra serie de lesionados que desde la semana pasada fueron bajas en sus equipos en donde algunos sufrirán las de Caín, ya que andan en busca de un lugar en la postemporada como el caso de Blake Griffin con los Clippers o Steven Adams de Oklahoma City al igual que Mike Dunleavy quien se mantiene, junto con Pau Gasol, como los estandartes de los Bulls.
Hay algunos equipos que se encuentran sanos, tal es el caso de los Wizards que sólo ven a los Hawks que se les escapan en el sur de la Conferencia del Este pero que, con toda probabilidad, irán a playoffs y que tal vez podrían utilizar algo de tiempo libre y con la fecha límite, a menos de 10 días de hacer cambios, todo el mundo puede darse el lujo de otorgar un paso como los cangrejos e investigar cuál es su realidad en la imagen del campeonato.
Y después de que el mejor equipo que hay hoy en día, como lo es la escuadra de Atlanta, se dio cuenta de que los Grizzlies seguían haciendo ruido cuando los vencieron el domingo pasado, ya enviaron a Adreian Payne a Minnesota en los primeros movimientos buscando los Timberwolves su proceso de reconstrucción ya que son el peor equipo en el Oeste.
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