El próximo 15 de abril finaliza la temporada de la NBA y cuando nos encontramos a escasas dos semanas y media para el colofón de la máxima expresión del "deporte ráfaga", durante toda la campaña el Este se ha resignado en ser una ocurrencia donde ha tomado repetidos balonazos a su concepto de imagen de las cuales han sido tal vez una gélida hospitalidad de los aficionados o probablemente, comparaciones poco favorecidas con sus vecinos del Oeste dedicándose a los cambios de realineación en los juegos de postemporada.
Con los playoffs a la vuelta de la esquina y seguramente la historia así lo confirma, la Conferencia que un día llegó a ser catalogada como la más sácale-punta por el simple hecho de que ahí habitaba el más grande jugador que ha pisado una duela como lo es Michael Jordan, hoy es un caos y se manifiesta en su punto más bajo en donde todas las perspectivas y las primeras evidencias sobre la pésima capacidad de la región del Oriente están retumbando de forma real.
Los Cavaliers son el mejor equipo después del receso y así se ve desde la papeleta y alguien piensa que es una locura porque viendo a los Hawks aunque de repente pierdan gas, solo se entiende a Cleveland y Atlanta y párele de contar porque el resto sólo traen candidatos disfrazados para el campeonato con escuadras consideradas de lo mejor pero alicaídas y una porción de equipos que trasladan perlitas de papel a una pelea por la siembra en la fiesta. ¿Y los Knicks?
Cómo andarán las cosas que hasta este momento, los Bucks son el sexto lugar en la Conferencia pero ahí andan acariciando una temporada por debajo de los .500 y sin embargo en el Oeste en la misma posición, los actuales campeones se encuentran 20 partidos arriba de ese porcentaje y no estamos diciendo una cuchufleta porque aunque no se crea, es una comedia en toda la extensión de la palabra.
Los Soles, los Pelícanos e inclusive el Jazz no tienen argumentos para decir, a cómo está la situación, que es una farsa porque las cosas están planteadas de esta manera ya que no descubren algo divertido mirando la pintura de los playoffs en su Conferencia entretanto en el otro lado está confirmado (de eso estamos seguros) que habrá dos equipos trepados del columpio para estar en la postemporada con registro perdedor y viendo el panorama, podríamos decir que hasta tres.
Por eso cuando veo esta situación, es cuando siento más irritación la visita al quirófano de Kevin Durant porque en plenas facultades, el "novato del año" en el 2008 cuando la franquicia aún jugaba en Seattle, le habría dado ese plus al desenlace de la temporada con un Thunder peleando por un boleto y con un registro de .569; qué tal ¿eh?.
rjcerpa@hotmail.com