Comenzó la fiesta del mejor basquetbol y parecía que el horizonte se pondría transparente cuando uno ve que el equipo que marcó la pauta en la temporada, puso contra el tablero a los Pelícanos porque a pesar de que tomaron ventaja de esas que se ponen color de hormiga, Golden State no tiene el control total debido a que no enseñaron en contra de Nueva Orleáns ese ímpetu que intimidaba a los que se les ponían enfrente.
Su coach Steve Kerr sabe que tienen que dar golpe de autoridad a la fortaleza del equipo de Monty Williams que el sábado anterior sacaron a relucir esa falta de pericia que se requiere en esta clase de encuentros, sin embargo, uno de los mejores elementos de los Warriors, como es el guardia Klay Thompson, coincidió con esta situación porque no quieren que vaya a existir una desencadenada de 48 minutos de un embrollo total en Louisiana.
De igual manera en el Oeste, y cuando me encontraba redactando este espacio, aún no se jugaba el segundo de la ronda entre los Clippers y los actuales campeones pero parece que si la gente de Gregg Popovich quiere refrendar el título tendrán que sacar la seducción como la que jugaron la campaña anterior, porque desde que comenzó esta guerra, la afición de Los Ángeles empezó a hacer su juego y empujaron a Blake Griffin y a Chris Paul, que agregaron 32 y 26 puntos, respectivamente, para llevarse el primero.
Los Rockets fueron los mejores segundos sembrados y de igual manera iniciaron pegándole a sus vecinos de Dallas teniendo, y como ya ha sido costumbre en la temporada, a un James Harden que se echa al equipo sobre sus hombros disfrutando el partido de esos como los que Houston tuvo la noche del pasado sábado incorporando 24 unidades pero inspirando a sus demás compañeros, como a Corey Brewer que en el último periodo metió 13 de sus 15 puntos, incluyendo tres triples, para poner a los Mavericks a pensarla en serio.
En el Este ya se había comentado que sólo los Cavaliers y los Hawks tenían argumentos para que únicamente a ellos se les tomara en cuenta porque tanto los Celtics como los Nets tuvieron la mala fortuna de encontrárselos en el camino en la primera ronda, mientras que LeBron James trata de mantenerse por cuarta postemporada, alejado del mundo exterior asumiendo que no requiere de ningún patrón de inadvertencias mientras que tanto él como Cleveland busquen un campeonato.
Por lo pronto, Atlanta tiene doble motivación ya que su entrenador Mike Budenholzer fue nombrado "coach del año" y con el sartén en el mango para llegar a las semifinales de conferencia ya que Brooklyn, con una marca mezquina (39-44), se pudo colar a postemporada y no se ve que representen alguna forma de intimidar a la escuadra de los Hawks.
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