Tres equipos en mal estado después de un inicio con más preguntas que respuestas, nos presenta la quinta semana en la NFL siendo uno de ellos los que abren el platillo este jueves como son los Texanos que enviaban una señal a todos con una defensa de impacto encabezada por J.J. Watt pero que han sido un desengaño aun teniendo la posibilidad de reponerse a pesar de las circunstancias pero sólo con la bronca de que reciben a los sub-campeones de la Conferencia Americana que ya empezaron a darse cuenta de que hay que enmendar el camino porque después el tiempo les va a cobrar la factura.
Tanto Houston como los Delfines y las Águilas, tenían aspiraciones significativas para llegar a los play-offs y al menos uno ha vuelto en una decisión crítica en la temporada baja ya que Miami tuvo que viajar hasta el otro lado del charco para contemplar su auténtica realidad haciendo el papelón el domingo pasado en Londres, donde se notaba a un conjunto sin aliento y preparación cuando cayeron ante los Jets y ante tal situación, el pasado lunes ya rodó la cabeza de Joe Philbin.
Sin considerar los problemas personales del ahora ex-entrenador en jefe de los Delfines, el dueño del conjunto de la Florida Stephen Ross, ya le había dado una extensión de contrato y tal vez no se vislumbraba una postura así ya que en la NFL, debido a que son pocas las semanas de temporada y en donde siempre es extraño ver un cambio de head coach siendo todavía joven la campaña, esto habla de la naturaleza de frustración de un comienzo tan mediocre del equipo de la Florida.
En comparación del desempeño de Miami en las tres primeras temporadas de Joe Philbin, es evidente de que el equipo se vino abajo empezando por puntos por partido (20.7 en los tres años anteriores a 16.3 de lo que va actualmente) así como unidades recibidas (21.4 a 25.3 en el 2015) yardas por encuentro (324.8 a 314.8) y yardas permitidas por juego (353.2 a 399.5) y si a eso le agregamos que Ryan Tannehill y Ndamukong Suh firmaron unos contratos como para que nos lancen la comida a todos, pues la situación no está como para que siga la temporada nomás así.
Por su parte los Texanos tienen un lío en la situación de quarterback una vez que Bill O'Brien seleccionó a Brian Hoyer para iniciar la temporada pero después ya no sabe ni qué hacer porque después de que otra vez tomó a Ryan Mallett, domingo pasado volvió con el egresado de la estatal de Michigan y éste movió el ovoide pero ya en esos momentos, el daño ya estaba hecho.
Y con Chip Kelly en las Águilas, ha tenido un cambio masivo de imagen ya que es de todo mundo sabido que Filadelfia es un fiasco hasta hoy viendo a un Sam Bradford muy nervioso durante largos períodos y como una frustración conlleva a la otra, esto se ha filtrado hasta DeMarco Murray quien provocó la salida de LeSean McCoy pero ahora el egresado de Oklahoma, no es ni la sombra de cuando estaba enfundado con el jersey del equipo de la estrella solitaria y que para muestra sólo hay que apretar el botón ya que el domingo anterior ante los Pieles Rojas, sólo corrió para 36 yardas.
¡Qué viva la NFL!
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