Las Panteras de Carolina con su victoria de la semana pasada en Nueva Orleans, se han convertido en la novena escuadra que llega con marca de 12-0 a la semana 14 en la historia de la NFL que comenzó el jueves pasado en Arizona y que independientemente de lo extraordinario aunque a muchos se les haga tal vez inconcebible lo que ha realizado hasta este momento el equipo de Ron Rivera, ya es tiempo de que también a los Cardenales, se les de la reputación que se han ganado.
El coach de los pájaros Bruce Arians, lleva un registro de 40-16 como entrenador en jefe y está de manifiesto que el conjunto que tiene su sede en Phoenix, son de los más sólidos que hay en la actualidad donde primero basan su potencia en la trinchera que es la tercer mejor defensa en contra de la carrera y después, se nota a un Carson Palmer que está enseñando toda esa capacidad recapitulando a aquel pasador que seducía para convertirse en un quarterback de la crema y nata enfundado con el jersey de Cincinnati y de que no haber sido por aquella lesión que le provocaron adrede los Acereros (está comprobado), los Bengalíes eran los que deberían haber estado en el Ford Field para enfrentarse a los Halcones Marinos en el Super Bowl XL.
Pero hablando tanto de Pittsburgh como del equipo de Marvin Lewis, el choque que más llama la atención es el que tendrán estos dos equipos en el Paul Brown Stadium y que viendo ahora la derrota inesperada de Nueva Inglaterra frente a las Águilas la semana pasada, de los tres equipos de la Americana que tienen marca de 10-2, la escuadra de los Bengalíes podría ser de los que menos se encuentra en los reflectores no obstante de que se muestra como el conjunto más balanceado sin tener lagunas claras en su perímetro y con un arsenal ya calificado para ir moviendo a los cadeneros.
Si llega la victoria de la escuadra de Mike Tomlin en Ohio, los Acereros se asentarán como fuertes candidatos en la AFC pero el sentido común con su ofensiva fuera de serie, es que existen escasos equipos idóneos para desafiarlos en una escaramuza y su defensa chavalilla, se manifestó más enérgica a la que muchos se imaginaban cuando inició la temporada.
Y hablando de los que no han perdido, estaremos notando de que ya existe un aspirante que se encuentra en lo alto para ser el más valioso porque Cameron Newton está apuntalando como una amenaza de tal magnitud, de que pone a temblar a los defensivos debido a su extremidad que es de alta categoría y por salirse de la bolsa y correr como alma que lleva el demonio recordado sus épocas colegiales cuando ganó el Heisman con la universidad de Auburn y que este domingo, ya tiene sin poder que concilien el sueño tanto a Dan Quinn como al coordinador defensivo Richard Smith de los Falcons.
Ya casi a la vista la postemporada y ¡Que viva la NFL!
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