El recorte en el gasto público anunciado en días pasados por el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, supone, en un primer punto de vista, un riesgo para el crecimiento económico del país. La volatilidad financiera mundial y la caída de los precios del petróleo orillaron al gobierno de la República a tomar esta drástica medida para poder hacer frente a las demandas básicas de la sociedad. Sin embargo, de acuerdo a analistas, esto afectará el desarrollo.
Los efectos del recorte se sentirán en estados como Coahuila y Durango y en regiones como La Laguna. De acuerdo a la previsión de algunas cámaras empresariales de la región, la decisión de disminuir el gasto público de este año en 124,000 millones de pesos golpeará a la economía y el desarrollo de La Laguna, la cual apenas daba algunos visos de recuperación tras la crisis de 2008-2009.
En Coahuila, el gobernador Rubén Moreira anunció en días recientes que ante la posible caída de las participaciones federales por 700 millones de pesos en 2016 comenzaría un ajuste del gabinete para disminuir el gasto burocrático. No obstante, se desconoce aún qué proyectos se verán afectados por el recorte federal anunciado para 2015.
En Durango, el gobernador Jorge Herrera declaró que su gobierno se encuentra analizando el impacto de la medida anunciada por Hacienda para aplicar los ajustes necesarios en los proyectos contemplados para 2015.
Agustín Arellano, presidente del Consejo Lagunero de la Iniciativa Privada, advirtió que los laguneros se verán doblemente afectados porque, por un lado, están haciendo frente a la deuda de Coahuila y, por el otro, con el recorte entrará menos dinero a las arcas estatales y por consecuencia habrá menos obras, menos trabajo y más problemas financieros.
También en la zona metropolitana de La Laguna se está a la espera de que los gobiernos municipales analicen qué rubros se verán afectados. No obstante, en Torreón se prevé que, en principio, se disminuya el gasto corriente así como el presupuesto de algunos programas y obras públicas, aunque el alcalde Miguel Riquelme anunció hace unos días que este último punto no se tocaría.
Algunos partidos de oposición y un sector de la opinión pública han demandado que los gobiernos de los tres niveles deben empezar por reducir el oneroso gasto de la burocracia para después ver en qué otros rubros se pueden hacer algunos ajustes.
Otros líderes de cámaras empresariales, como Eugenio Treviño, de la Canacintra y el GEL, y Roberto Muñoz, de la Coparmex, advierten que el panorama para las empresas en este 2015 es nada alentador. Critican que desde que entró el presidente Enrique Peña Nieto, el sector productivo no ha sido golpeado, debido a la reforma fiscal, y el panorama es de que habrá un decremento en la actividad económica. Advierten del riesgo de que algunas de las empresas se vean obligadas a cerrar, ya que ven como un hecho que habrá una disminución de la contratación y en los procesos de producción.
El recorte del gasto público y, en general, el entorno económico mundial representan un desafío para sociedad y gobierno. Esta nueva crisis pondrá una vez más a prueba a las autoridades y a los principales actores económicos del país y la región, y lo menos que se puede exigir a ellos es actuar con responsabilidad y estar a la altura de las circunstancias. De no hacerlo, el impacto podría ser mayor al esperado.
