El historial crediticio
Para decidir si es viable darle crédito a un cliente, los bancos, tiendas departamentales o hipotecarias, consulta un expediente que registra todo sobre su comportamiento financiero, el historial crediticio, ¿cómo funciona?
CREER O NO CREER ESA ES LA CUESTIÓN
Es probable que toda persona, en algún momento, haya tenido en sus manos una cantidad importante de dinero, libre para disponer de ella a placer; imaginemos que de pronto llega un desconocido a pedirle, por ejemplo, cinco mil pesos, bajo la promesa de devolverle tal suma, más dos mil pesos al cabo de una semana, mientras que al otro día un compañero de trabajo le pide la misma cantidad, pero comprometiéndose a pagarle en total 5 mil 500 pesos, pero un mes después.
Decidir a quién prestarle parece una decisión muy sencilla, puesto que la primera propuesta ofrece mayores rendimientos, sin embargo, hay que considerar que el solicitante, en este caso, es un desconocido, de modo que quien tiene el dinero no sabe a qué se dedica ni si puede solventar la deuda que está por adquirir, aspectos que, en cambio, sí conoce de su colega. ¿A quién creerle o prestarle?, es decir: ¿a quién dar crédito?
Esta es la pregunta que deben responder todos los días millones de ejecutivos de bancos y empresas que otorgan crédito, sólo que ellos lo hacen basándose en datos duros, en un comportamiento al que se conoce como “historial crediticio”.
"CREA FAMA Y ÉCHATE A DORMIR"
El historial crediticio es el rastro que cada persona va dejando a su paso por diferentes instancias crediticias, y que va definiendo su perfil para las próximas ocasiones en que tenga que pedir algún producto o servicio a crédito.
Este reporte informa sobre cuáles créditos maneja un usuario, cuánto debe y si ha pagado puntualmente. Es a su vez una herramienta para dar testimonio de su solvencia y responsabilidad, de tal forma que funciona como una carta de presentación ante bancos e instituciones al momento de solicitar un préstamo.
Las instancias crediticias consultan el historial de sus clientes para identificarlos, saber cuál es su empleo actual y en que otros lugares ha trabajado, qué prestamistas han preguntado por él anteriormente, así como sus balances, saldos, pagos mensuales, límites de crédito, entre otros aspectos que les ayudan a determinar si son confiables.
Cabe mencionar que esta información es confidencial, y para que una empresa o institución pueda solicitarla necesita que el cliente firme un documento que le autorice hacerlo.
EL BURÓ DE CRÉDITO Y EL HISTORIAL
Hay que tener muy claro, en primera instancia, que el Buró de crédito y el historial crediticio no son lo mismo; el historial es el reporte que emiten las sociedades de información crediticia como lo es Buró de crédito, institución nacida en 1996 con la autorización de la Secretaría de Hacienda y Crédito Publico bajo el nombre de Trans Unión de México, S.A.
En un inicio, la empresa, primera en su tipo en el país, se especializaba en el comportamiento crediticio de personas físicas, pero a partir de 1998, con la incorporación de Dun & Bradstreet de México, S.A., comenzó a tratar a personas morales y físicas con actividad empresarial a fin de proporcionar información sobre el comportamiento de las empresas a partir de evaluaciones según estándares mundiales.
Por ultimo, en 2005 se autorizó a Círculo de crédito S.A. de C.V., proporcionar información sobre el comportamiento de crédito de la población que no utiliza el sistema bancario del país.
Cabe aclarar que los anteriores burós de crédito no niegan ni otorgan créditos, sólo reflejan la calificación de los créditos; los hechos: pago o no pago, pago oportuno o pago extemporáneo, por mencionar sólo algunos parámetros. Esto quiere decir que los burós no son listas negras, el ser calificados de ese modo dependerá del comportamiento de cada cliente, así como de los criterios que cada instancia a la que se acerque a pedir crédito.
¿CÓMO AFECTA EL HISTORIAL CREDITICIO LA VIDA FINANCIERA?
Nuestro contexto actual está dominado por un neoliberalismo voraz en el cual la premisa es el consumo, estemos de acuerdo o no, es un fenómeno que existe. Lo podemos ver muy claramente en la velocidad con la que se reemplaza en el mercado los llamados teléfonos inteligentes o smartphones, que en muchos casos, sólo es cuestión de meses lo que separa un modelo de otro.
Un ejemplo del uso del crédito en nuestro país puede verse reflejado en las siguientes cifras: la cantidad de tarjetas de crédito que circulan en México es de 25 millones; según la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, al cierre de julio de 2013 había más de 1.24 millones de créditos hipotecarios y de acuerdo con cifras de octubre de este año de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores en México se financiaron 534 mil 554 unidades durante 2014, casi 60 mil más que en 2013.
Un historial crediticio positivo puede ser una carta de presentación que permite acceder a créditos fuertes o importantes para beneficio de la vida personal, profesional o empresarial.
Los créditos tienen la función de satisfacer necesidades según la etapa de la vida en la que se esté. Una persona puede comenzar su historial crediticio con una tarjeta bancaria para estudiantes o bien una departamental, las cuales, por lo regular, manejan un límite de crédito muy pequeño. Después, al comenzar a tener ingresos por algún trabajo, si ha manejado bien su primera oportunidad puede aspirar cada vez a tarjetas y créditos con mejores condiciones y tasas de interés, porque ya está identificado por las instituciones como individuo que cumplen sus promesas de pago, y en una etapa más avanzada de la vida, el buen comportamiento crediticio puede darle oportunidad de acceder a préstamos hipotecarios, automotrices, préstamos empresariales, etcétera.
¿CÓMO LIMPIAR EL HISTORIAL?
Si por alguna razón una persona tiene dificultades para pagar sus deudas, lo primero que tiene que hacer es acercarse o llamar a la institución crediticia para solicitar una reestructura o una quita. Como se sabe 'tiempo es dinero', y cuando se trata de bancos recordar esta premisa es fundamental, así que entre más rápido se actúe, mejor.
Con una reestructuración el cliente pagará lo que debe pero en parte, a través de montos más chicos y en un mayor tiempo. La quita, por otra parte, consiste en pagar un monto menor al que se debe, pero en una sola exhibición.
Actualmente existen varias empresas que ofrecen el servicio de solucionar adeudos con instituciones bancarias y tiendas departamentales. Lo que hacen es negociar a nombre del cliente con sus acreedores y pactar cierta cantidad. Mientras tanto el cliente hace depósitos mucho menores a los que hacía a su acreedor original hasta que alcanza la cantidad que su representante pactó para liquidar el adeudo.
Cabe señalar que toda persona está en posibilidades de resolver su deuda por sí misma, de modo que la contratación de este tipo de servicios dependerá del tiempo y el ánimo de cada individuo. Habrá quienes consideren que la comisión que cobran es demasiado alta pero habrá quienes vean preferible pagarla con tal de ahorrarse trámites que les parecen engorrosos.
El historial crediticio se actualizará en diez días y mostrará que nuevamente se está al corriente, el paso siguiente será pagar puntualmente en futuras ocasiones para ir mejorando el historial.
Hay que ser conscientes de que cualquiera de las opciones que se elija quedará plasmada en el historial crediticio, y por ende influirá en futuros créditos -siempre en función a los criterios de cada institución a la que se acuda- no obstante, siempre es mejor pagar que no hacerlo.
En teoría podría decirse que si una persona paga todo lo que pide fiado tendrá una excelente marca y, por ende, mayores posibilidades de conseguir todo tipo de créditos, sin embargo, como en todo, también en el historial los excesos son malos.
Las personas que liquidan sus gastos antes de que generen intereses, por ejemplo, son conocidos como “totaleros” y no suelen ser los favoritos de las instituciones financieras, ya que no son muy lucrativos.
EN VERDAD ¿LO NECESITO?
Todo crédito tiene el mismo origen: la necesidad de recibir capital de forma inmediata a cambio del compromiso de saldarlo en determinado plazo. Entonces la primera cuestión a analizar a fin de mantener un historial crediticio 'saludable' es sopesar si ese bien o servicio que se piensa adquirir a crédito vale tanto la pena como para comprometer nuestros ingresos por un período específico a fin de obtenerlo.
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