El nuevo rostro del Santos Laguna

Adiós a las figuras. De pronto, los "ciclos" terminaron en el Santos Laguna y el director técnico Pedro Caixinha decidió prescindir de los experimentados Oswaldo Sánchez y Juan Pablo Rodríguez, dos jugadores base en el esquema del entrenador hasta el torneo pasado.

Junto a ellos se fueron Ribair Rodríguez y Mauro Cejas, quienes nunca terminaron de "embonar", y el delantero Carlos Darwin Quintero, destinado a tomar el rol de goleador en el equipo.

"Identificamos este nuevo torneo como un nuevo ciclo, un nuevo paradigma, donde por primera vez desde que estoy en el club entraron y salieron muchos jugadores", aseguró el portugués Caixinha el mes pasado, tras concretarse las salidas de estos jugadores.

Y no había pasado ni siquiera un año desde la última gran pérdida para los Guerreros, la del ídolo de La Partida, Coahuila, Oribe Peralta. Pero en el seno albiverde tienen claro su nuevo proyecto.

"Queríamos cambiar y para ello teníamos que tomar una decisión", agregó el entrenador, quien lleva ya cuatro torneos al mando de los Guerreros y está por iniciar el quinto.

Pedro califica a su plantel como "un equipo joven", con un promedio de edad de 23.5 años. Y para el próximo Clausura 2015 se renovó con la llegada de siete jugadores; los más "veteranos" tienen 26 años de edad: Jesús Molina, Agustín Marchesín y Diego González.

Si para algo sirvió la Copa Libertadores 2014, en la que se cayó en los octavos de final, además de ganar experiencia en torneos internacionales, fue también para "echarles el ojo" a los que pronto se convertirían en sus próximos pupilos, el arquero del Lanús y su medio de contención.

Con su renovación, lo que el portugués quiere es tener un equipo dinámico, que "juegue por bloques", pero además, quiso romper de tajo con los viejos liderazgos hacia dentro del plantel para motivar a otros nuevos.

"Buscamos un nuevo liderazgo y para tenerlo tenemos que romper con el pasado y ellos dos (Oswaldo Sánchez y Juan Pablo Rodríguez) eran los que claramente tenían marcado todo este liderazgo que ha sido espectacular, pero lo queremos cambiar a otro nivel", explicó el entrenador en otra entrevista hecha el mes pasado durante su concentración en la Ciudad de México.

La apuesta está hecha. Con el respaldo de su directiva, Caixinha se inclina por la juventud. Y de momento cede la capitanía al argentino Carlos Izquierdoz, quien volverá a jugar con dos de sus excompañeros en Lanús.

Tal como ocurrió en 2006, cuando los Guerreros vivían una época complicada en lo deportivo, en 2015 se renueva el equipo de manera agresiva, con la inclusión de siete nuevos jugadores. Y aunque pareciera que tienen perfil diferente, la intención sigue siendo la misma: tener un equipo que pelee por los primeros lugares.

La primera gran reestructuración

En diciembre de 2006, la directiva del Santos Laguna presentó con bombo y platillo cinco refuerzos de lujo con una sola misión: evitar el descenso del equipo.

Los argentinos Fernando Ortiz y Daniel Ludueña, junto a los mexicanos Jorge Iván Estrada, Oswaldo Sánchez y Juan Pablo Rodríguez se vistieron de Guerreros en una espectacular y atípica presentación de nuevos jugadores en el club.

Ellos se sumaron al también argentino Vicente Matías Vuoso, quien regresó a La Laguna tras un torneo con las Águilas del América.

En conjunto, estos seis jugadores le cambiaron la fisonomía a un equipo que se fue metiendo en problemas de descenso tras problemas extracancha del club de años atrás.

Bajo la dirección técnica de Eduardo de la Torre, Jorge Vantolrá (interino), Benjamín Galindo (en su primera etapa) y el uruguayo Wilson Graniolatti, y con un presupuesto evidentemente inferior al de sus mejores épocas para la compra de jugadores, Santos Laguna se fue hundiendo en la tabla porcentual del futbol mexicano.

Fue Daniel Guzmán el elegido por la directiva que encabezaba Alejandro Irarragorri para evitar caer a la categoría de ascenso.

Fernando Ortiz llegó proveniente de Estudiantes La Plata para cubrir un lugar en la zaga central. El espigado defensor se acababa de coronar en la Primera División de Argentina.

Jorge Iván Estrada fue quizá de los de curriculum más discreto en ese entonces, pero había mostrado su calidad en el Estadio Corona vistiendo la playera de Dorados de Sinaloa.

Daniel "Hachita" Ludueña, ex de River Plate de Argentina, era figura con los desaparecidos Tecos de la UAG. Su gran clase y toque de balón eran una constante en cada partido.

Juan Pablo Rodríguez había pasado por Atlas, Tecos y Chivas y era un medio de contención de los más respetados en la Liga Mexicana,.

El cancerbero Oswaldo Sánchez, por su parte, había conseguido un título con las Chivas del Guadalajara en el torneo Apertura 2006, además de ocupar la portería de la Selección Mexicana durante el Mundial de Alemania 2006.

Siete nuevos Guerreros