Este Domingo de Resurrección inicia una nueva etapa en mi vida, una que venía gestándose desde siempre, desde niño, cuando preguntaba por todo y leía lo que caía en mis manos. A fuerza de debatir con mis amigos de la juventud, con los compañeros en la universidad, con los clientes en mi trabajo, de conversar a profundidad con mis mayores, he fraguado una convicción sólida sobre la vida muy enriquecida por diferentes formas de pensar. Desde siempre he intentado enterarme de todo lo que ocurre en todos los sitios. Cuando comparo el resultado del esfuerzo de otras personas en otros lugares, en otros tiempos, mi ánimo se enciende y se rebela al voltear a ver nuestra mediocre realidad.
Iré con mis compañeros candidatos a recorrer tres plazas, una en cada distrito, los tres juntos, laguneros por La Laguna. Tres candidatos ciudadanos que recorrerá cada quien su distrito, pero que nos reuniremos seguido para hacerlo juntos, como laguneros que somos. Carlos Baca en el distrito II que abarca Gómez Palacio y Lerdo llevando como compañero de fórmula a Roberto Pérez, Blanca Gallardo en el distrito V que abarca Parras, Viesca, Matamoros y Torreón apoyada por Laura Flores, y este escritor que peleará el distrito VI de Torreón en compañía de Gabriel Aguirre Barousse. Tres candidaturas de laguneros de ambos lados del río Nazas, tres candidaturas de ciudadanos de una tierra que nunca debió de ser dividida y que enarbolarán la bandera del deseo más profundo de nuestra comunidad, la creación del Estado de La Laguna. Somos laguneros por La Laguna.
Este Domingo de Resurrección inicia una nueva etapa en mi vida, una que venía gestándose desde siempre, desde niño, cuando preguntaba por todo y leía lo que caía en mis manos. A fuerza de debatir con mis amigos de la juventud, con los compañeros en la universidad, con los clientes en mi trabajo, de conversar profundamente con mis mayores, he fraguado una convicción sólida sobre la vida, muy enriquecida por diferentes formas de pensar. Desde siempre he intentado enterarme de todo lo que ocurre en todos los sitios. Cuando comparo el resultado del esfuerzo de otras personas en otros lugares, en otros tiempos, mi ánimo se enciende y se rebela al voltear a ver nuestra mediocre realidad.
Domingo de Resurrección, gran fecha para marcar el inicio de una campaña que abiertamente, de cara a los ciudadanos, en la arena política, pone sobre la mesa como oferta de trabajo, como declaración de motivo principal, la creación del Estado de La Laguna. Estará en manos de la ciudadanía forzar el debate hacia el tema que desea con mayor vehemencia a base de apoyarnos. Si la ciudadanía nos apoya, los otros candidatos tendrán que entrarle al tema, no hay saque. Iniciará la resurrección de La Comarca, el esfuerzo en el terreno político por recuperar la unidad que nos arrebataron desde Madrid en 1785.
¿Se entusiasmará la gente? ¿Verá con indiferencia nuestra propuesta? ¿Pensará que somos "más de lo mismo"? ¿Nos reconocerán como ciudadanos independientes que aprovecharon la apertura de un partido político para ejercer nuestro reclamo? ¿Nos escucharán con atención o fingirán no habernos visto? ¿Conectarán con nuestra entrega?
Empezaré a despejar mis dudas. El ciudadano de a pie desafía cualquier estudio, cualquier análisis, cualquier encuesta. Los estudios pronostican que el índice de abstención rondará el 52%, la moneda está en el aire. El candidato que conecte con ese invisible ejército de abstencionistas, tendrá el triunfo asegurado. El 48% que si va a votar, está muy comprometido, muy acostumbrado, es un segmento al que arrancarle un 8% representa una hazaña.
El Domingo de Resurrección inicia una nueva etapa en mi vida, seguramente sufriré una fuerte trasformación al experimentar una nueva realidad. Me pongo al servicio de la vida y estoy listo para cambiar, así sea para regresar a mi negocio de venta de autos con el ánimo renovado o si en este proceso descubro nuevos horizontes, iniciar una nueva actividad. La vida continuará, pero eso sí…de otra manera.
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