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EL PENSADOR AMATEUR

QUERIDO PAPA

FEDERICO SÁENZ-NEGRETE

Soy Federico Sáenz Negrete, casado hace 30 años, padre de una hija y dos hijos, profesionista en sistemas y comerciante de automóviles seminuevos, actor de teatro y aprendiz de filósofo y escritor. A mis cincuenta y cuatro años, hoy Domingo de Resurrección, inicio mi campaña política aspirando a ser diputado federal por el VI distrito de Coahuila, en la ciudad de Torreón, en la Comarca Lagunera, por un partido pequeño, Movimiento Ciudadano, que nos invitó a postularnos como candidatos a los que luchamos por la reunificación de La Laguna, ahora artificialmente dividida en los estados de Durango y Coahuila.

En abril de 1594 Felipe II le concedió a la Compañía de Jesús la "colonización y evangelización del País de las Lagunas". Desde el inicio hasta su injusta expulsión, los hombres de la Compañía fraguaron una civilización que perdura hasta nuestros días. Con el ingrediente humano de vascos y castellanos que comandaron a familias de tlaxcaltecas, industriosos y civilizados colonizadores del Septentrión Novohispano, los jesuitas impulsaron una economía exportadora. De Parras, origen de La Laguna, salieron vides que se sembraron en la Argentina y Chile, el vino de Parras se vendió en Filipinas, y Santa Fe de Nuevo México hasta 1820. Parras produjo durante doscientos años la mitad del vino legítimo de uva que se consumió en la Nueva España. Los esforzados jesuitas invitaron a los indios laguneros, los gallardos bárbaros del norte, a los Irritilas, tobosos, salineros, zacatecos, y muchas tribus más, a participar en el esfuerzo civilizatorio conformando una mentalidad de esfuerzo, piedad y apertura al cambio que ha dejado un sello indestructible en nuestra alma. Los 20 municipios que peleamos, 14 actualmente en el estado de Durango y 6 en el estado de Coahuila, son exactamente el mapa que los jesuitas trazaron en 1594.

Esta región, perfectamente definida en lo geográfico, histórico, demográfico, cultural, comercial y tecnológico, es ignorada, despreciada y hasta saboteada por los gobiernos estatales de Durango y Coahuila. Desde nuestra artificial división decretada por Carlos III desde Madrid en 1785, después de haber expulsado a los jesuitas, los laguneros hemos luchado por reunificar nuestra tierra en una sola administración. Más de cuatrocientos veinte mil ciudadanos laguneros han firmado un documento pidiendo la conformación de nuestro estado, el 42% del padrón electoral de una población total de un millón seiscientos mil habitantes.

Su Santidad, en nuestra acta de nacimiento está cincelada nuestra fe de bautismo. Junto con las Misiones del Paraguay, la Comarca Lagunera es un gran logro civilizatorio que anhela respirar en paz para desplegar de nuevo su talento innovador y su vehemencia productiva.

Denos Usted su bendición a esta lucha pacífica. Que este Domingo de Resurrección, fecha en la que por primera vez un partido político enarbola la causa, sea el inicio de la resurrección de La Laguna.

Beso su mano.

Federico Sáenz Negrete

fsaenzn@gmail.com

www.elpensadoramateur.blogspot.com

Esta carta fue enviada por correo electrónico a info@papafrancesco.net donde se me informó que enviara por correo ordinario a: Su Santidad Francisco Casa Santa Marta 00120 Ciudad del Vaticano

La envié por correo registrado el 6 de abril.

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