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EL PENSADOR AMATEUR

HONESTIDAD VALIENTE

FEDERICO SÁENZ-NEGRETE

Todo mundo tiene derecho a proclamar su honradez, es, además, una buena y efectiva estrategia en estos días. Pero cuando uno enarbola la bandera de su impoluta trayectoria, cuando uno se hace notar por encima de los demás debido a una supuesta superioridad moral, se expone a que alguien saque a relucir eventos que ponen en entre dicho la blancura del expediente proclamado.

Andrés Manuel López Obrador es un ejemplo de esto, la honestidad es su principal bandera. Si lo elegimos presidente, simplemente su honradez salvará a la República. Hace bien en no hablar de talento porque sería severamente cuestionado y eso a él le da urticaria. Nadie le explicó que los políticos debían aprender a aguantar "vara". Bueno, los políticos, no los dictadores.

Recuerdo un reportaje muy a modo que le hizo la televisión al inicio de su período al frente del DF para promover su imagen. ¿Cuánto dinero de comunicación social invirtió en este programa? Iniciaba muy de madrugada en la oscuridad de su pequeño departamento de Copilco, eso sí, muy austero. Luego se subía al Tsuru que conducía Nico, el legendario chofer de 60 mil al mes y se dirigía al edificio de Gobierno en el zócalo capitalino. Subía al elevador y ahí tenía listos más de ocho diarios con las noticias del día, mismos que leía por encima. Luego asistía a su mitológica rueda de prensa de las 7 de la mañana donde, dictatorialmente, premiaba o castigaba a los periodistas, según la bondad o agresividad de sus preguntas, era muy difícil cuestionarlo. Esa actitud no refleja mucha honestidad. El setenta por ciento de sus respuestas eran tema de política nacional, no perdía oportunidad de enmendarle la plana al presidente, no hablaba del DF, no se ocupaba de su chamba, de su competencia que era el gobierno del Distrito Federal, el hablaba del país, de la Nación. Era fácil acusarlo de actos anticipados de campaña presidencial.

Salía de la rueda de prensa donde hábilmente ganaba las ocho columnas radiofónicas de los noticieros mañaneros, salía de ésta sonriendo socarronamente a las cámaras. En el reportaje, se mofaba de Vicente Fox, el presidente de la República, porque no dominaba ni controlaba los temas de la Secretaría de Hacienda. Yo en cambio, decía, reviso personalmente los ingresos dos veces por la mañana y no se firma un solo cheque sin que yo lo autorice, decía esto apuntando amenazadoramente su flamígero dedo sobre la consciencia del reportero. Yo sí tengo el control absoluto de lo que ocurre en la tesorería del Distrito Federal, remarcó hablando con una sospechosa lentitud.

Cuando sorprendieron a su tesorero, de apellido Ponce, derrochando millones en Las Vegas, salió rápido a decir que él como gobernador del Distrito Federal no podía estar al tanto de lo que hiciera su tesorero. Otra abollada a su honestidad.

Cuando terminó su período como gobernante, inició una ininterrumpida campaña presidencial que ya lleva quince años y que nunca ha explicado de dónde ha obtenido los recursos para tan extensos recorridos y para vivir holgadamente como lo ha hecho. Se dice y documenta que los recursos vienen del ejército de taxis piratas que fundó bajo el amparo de su gobierno. Otra abollada a la corona de pureza.

Las numerosas fotografías de sus hijos a bordo de autos de lujo son solamente cerezas encima de un enorme pastel.

Ahora, Andrés Manuel Trump aparece con un 42 por ciento de aprobación. Su colega norteamericano, el megareaccionario Donald Obrador, aparece a la cabeza de los Re-publicanos con planteamientos y alaridos que a mí me parecen muy parecidos a los del tabasqueño, diferentes, pero del mismo estilo. Estridentes, simplones, repetitivos, obsesivos, pero eso sí, muy populares con los menos pensantes. Ambos cuentan con amplios recursos económicos y ambos se atreven a ser intransigentes, algo supuestamente prohibido para un político.

El Bronco, el echado pa delante, el candidato independiente electo gobernador de Nuevo León, le devolvió el dardo al peje cuando le criticó su viaje en avión privado a Guatemala, le pregunto si estaba dispuesto a renunciar a la jugosa lana que le manda el INE. Bueno, con la de los taxis piratas igual y le alcanza.

Todo sea por la honestidad valiente. Si es tan valiente como honesto, seguro que nos va a resultar medio zacatón, igual que Trump, al tiempo.

www.elpensadoramateur.blogspot.com

fsaenzn@gmail.com

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