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El presidente y la mariguana

POR JULIO FAESLER

Así como decimos una cosa, hay que decir la otra. Muchos aspectos de la administración del Presidente Peña Nieto suscitan críticas y desaprobación. Otras, no tan frecuentes, son acertadas. Hoy se trata de una de las que merecen elogio.

Su firme posición en la incipiente polémica sobre la legalización del uso recreativo de la mariguana, su enfático rechazo a la idea, expresan la cordura más elemental: el acceso generalizado a esta droga que se facilitaría con la aprobación legislativa es contrario al sentido común que cualquier padre o madre de familia entiende.

A la infortunada sentencia que emitió la Suprema Corte de la Nación arguyendo como un derecho constitucional el que cada ciudadano mexicano decide por sí mismo el destino que quiera darle a su propia vida y su cuerpo, coloca el interés personal, por encima de los valores que sostienen a la sociedad.

La salud pública es, como lo hemos dicho en varias ocasiones, el valor que hay que mantener sobre los derechos individuales. La cuestión es de una suprema seriedad y no es aceptable frivolizar el problema hablando de prácticas de recreo o lúdicas.

Es falso el dilema que plantean algunos destacados personajes nacionales y extranjeros entre continuar en México con el combate a las mafias o legalizar la droga. Aquí también Peña Nieto acierta al afirmar que "no es válido suponer que es más fácil combatir el crimen organizado, las ventas ilícitas, ilegales, y los rendimientos que tiene esa actividad solo por legalizarla…¿para combatir al crimen organizado podríamos en riesgo la salud de la niñez y de la juventud mexicana?"...

El Estado tiene que hacer lo suyo para combatir el crimen organizado con la fuerza del Estado, sin arriesgar la salud de la niñez y de la juventud."

La erradicación de las mafias que comercian con las drogas en sus diversas variedades naturales o industrializadas es una prioridad nacional. La legalización de esos tóxicos no reducirá la intensidad del comercio y por lo tanto, la reducción de la guerra. Aun suponiendo que así fuese, el costo consistirá en el número de jóvenes y niños que encontrarán fácil el camino a la adicción.

No debemos aceptar exponer a la niñez y a la juventud a los peligros que significa un acceso general a las drogas. Ni es cierto que el hábito de la mariguana se detiene ahí sin abrir los caminos para que el individuo siga de frente con narcóticos industrializados más complejos que ya se comercian. Sobran estudios científicos que definen las alteraciones que el uso frecuente de la mariguana produce. Hay abundante material clínico para confirmarlo. Por otra parte, sería ilógico prohibir su uso medicinal para ciertos casos ya que su eficacia está confirmada desde hace tiempo en todo el mundo.

No obstante lo anterior, es sano que se convoque el debate nacional sobre el consumo de la mariguana por iniciarse la tercera semana de enero próximo en cinco foros regionales cuya seriedad ya se anticipa. Éstos tocarán los ámbitos de la salud, la ética, la economía y de seguridad ciudadana.

El Secretario de Gobernación explicó que "el paradigma centrado estrictamente en reducir la oferta y criminalizar el consumo de mariguana ha ido cediendo terreno a uno que prioriza la salud pública y la disminución de la demanda desde el enfoque de prevención y de los derechos humanos".

El tema está lejos de agotarse por lo complicado que se presenta.

Independientemente de la lentitud con que la economía de México se ha desenvuelto, este año de 2015 puede estar terminando mejor de lo que podía suponerse hace unos meses en que el panorama de las reformas estructurales, lastrado por la incidencia del crimen organizado en la sociedad, trazó un panorama de mediocridad y escepticismo.

El proceso de calificación del magisterio en casi todos los estados del país, atendiendo el tema nacional más prioritario de todos, nos llega con signos positivos. De consolidarse este proceso, México podría estarse posicionando como uno de los países más prometedores del mundo en términos de sus índices sociales. Al mejorar éstos se inyecta optimismo en el ánimo popular que es el ingrediente imprescindible para dinamizar el progreso socioeconómico general. Son éstas las tareas que han de retomarse en el año 2016.

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