Tras ser derrotados por candidatos independientes en plazas como Nuevo León, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) decidió abrir sus candidaturas a ciudadanos que no militen en el tricolor.
En una reunión privada de la Comisión Política Permanente, previa al Consejo Nacional, los priistas acordaron que podrán postular a externos en caso de que estén mejor posicionados que sus propios candidatos.
"Se aprueba la participación de ciudadanos simpatizantes prevista por el artículo 166 de los Estatutos en aquellos estados en los que el prestigio, fama pública, además de los estudios demoscópicos, señalen que dichos ciudadanos se encuentran en un nivel de conocimiento y aceptación superior al de los militantes que aspiren el mismo cargo", revela el acuerdo.
Los priistas determinaron que, en las convocatorias a los procesos internos, en los casos que así lo amerite, el Comité Ejecutivo Nacional adoptará las medidas y mecanismos pertinentes para acreditar los "atributos" y propiciar su acceso a los procesos internos.
Por otra parte, el Consejo Político aprobó que los candidatos del PRI se sometan a evaluaciones para comprobar que no tienen nexos con el crimen y no son adictos.
