La I Parte de El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de La Mancha, obra cumbre de la literatura española y aun universal escrita por Miguel de Cervantes, se publicó en Madrid por el librero Juan de la Cuesta en 1605. Hasta diez años después, en 1615, apareció la II Parte. Lo cual significa que en el año que inicia se cumplen cuatro siglos de la publicación de ésta.
Con tal motivo, cada semana en el transcurso de 2015 aparecerá en este espacio un breve comentario en torno a la sin par novela cervantina.
El propósito: animar al lector a que se acerque sin temor alguno a este libro, sin duda el que más se ha impreso y leído en toda la historia del género humano. Si se excluyen, claro está, los libros de carácter religioso. Bastará que uno solo de los lectores atienda esta convocatoria, para que quede debidamente cumplido el objeto de las 52 entregas de esta columna.
La I Parte, según ya se dijo, vio la luz en el año de 1605. Algunos estudiosos del tema afirman con buenas razones que la impresión debió haberse efectuado entre finales de octubre y principios de diciembre de 1604. En consecuencia, la portada debió haber llevado este año como el de su publicación. Pero el librero Juan de la Cuesta ordenó que dijera 1605, para que los interesados en la obra no se desanimaran en adquirirla bajo el supuesto de que se trataba de "un libro ya viejo". Increíble, pero así pensó el editor.
En la época de Cervantes todos los libros debían contar con la autorización real para poder ser impresos. Y en su primera página aparecer visible la "tasa", que era la referencia acerca del precio al que deberían venderse al público. Para la I Parte de El Quijote su precio aprobado, sin encuadernar, fue de 290 maravedíes y medio. Este importe resultó de multiplicar los 83 pliegos en que estuvo contenido su texto, por tres maravedíes y medio por pliego.
Diez años después la II Parte tuvo como precio al público 292 maravedíes. Este importe corresponde a 73 pliegos, a razón de 4 maravedíes por cada pliego. En próxima entrega se explicará en qué consistía esta unidad monetaria, así como cuál era entonces el poder adquisitivo de 290-292 maravedíes.
Por lo pronto resulta interesante apuntar que en la década que va de 1605 a 1615, el costo del pliego de papel impreso pasó de tres y medio a cuatro maravedíes. Lo cual significa un incremento de escasamente 14 por ciento en diez años. Aparentemente -y sólo aparentemente- una muy baja inflación en la España de los primeros años del siglo XVII.
Pues bien, de la II Parte de El Quijote sólo se conoce en la actualidad la existencia de 7 (siete) ejemplares de su edición original, también conocida como "edición Príncipe". La última vez que ambos tomos fueron objeto de compra-venta, a través de la casa de subastas Sotheby→ s de Nueva York el 9 de noviembre de 1989, se vendieron en 1 millón 800 mil dólares. Se supone que la II Parte debe tener mayor valor, porque de la I se conocen en la actualidad entre 17 y 18 ejemplares. Continuaremos.
Jagarciav@yahoo.com.mx
