"Nada en este mundo es un regalo". -Carlos Castañeda-
El senador Armando Ríos Piter del PRD acusó ayer a los diputados de haber tratado de "hacer un regalo de 500 millones de pesos a las refresqueras". Con esta declaración no sólo los acusó de corruptos sino que reveló su desconocimiento del tema.
Las empresas no pagan impuestos al consumo, los consumidores lo hacen. El senador debió haber acusado a los diputados de tratar de hacer un regalo a los consumidores, todavía agobiados por el aumento de impuestos de 2014 que él y el PRD aprobaron en alianza con el PRI. Pero políticamente suena mejor acusar a los legisladores --quien acusa en México es siempre impoluto-- de regalar dinero a las refresqueras, aunque no sea cierto.
Los senadores no quisieron que los ciudadanos se quedaran con esos 500 millones. Por eso subieron el impuesto a las bebidas de bajo contenido de azúcar y mandaron la minuta a los mismos diputados a los que acusaron de corruptos... los cuales la ratificaron sin chistar.
¿Qué tan importantes son los 500 millones? Representarían 2.4 por ciento de los 20,539.9 millones que la Ley de Ingresos consideraba se obtendrían por el impuesto especial a las bebidas saborizadas. La cifra, sin embargo, parece exagerada. La industria sostiene que menos de 1 por ciento de las ventas de bebidas saborizadas corresponde a productos con menos de 5 gramos de azúcar por 100 mililitros. El regalo a los consumidores habría sido, pues, de unos 200 millones de pesos.
Pero ni siquiera eso permitieron los senadores, que al subir el impuesto eliminaron un incentivo para reformular productos por debajo de los 5 gramos de azúcar. Lo que menos interesa a los senadores es la salud de los consumidores o quizá leen los desplegados, pero no las iniciativas.
El 23 de octubre Ríos Piter dijo algo que se ha repetido muchas veces, pero con cifras cambiantes. El impuesto a los refrescos produjo "una caída de alrededor de 10 por ciento en el consumo de refrescos" (El Poder del Consumidor dice 12). Pero ¿cuánto es "alrededor de 10 por ciento"?
La Asociación Nacional de Productores de Refrescos y Aguas Carbonatadas (ANPRAC) no está publicando cifras; su página de Internet aparece como "En construcción". Un estudio de la asociación, sin embargo, declaró hace meses que el impuesto había costado 5 mil empleos (Reforma 3.12.14).
A petición mía una empresa me ha hecho llegar un cuadro con cifras de la industria. Según éstas, la producción total (calórica y no calórica) de refrescos cayó de 18,987 millones de litros en 2013 a 18,625 millones en 2014, una baja de 1.81 por ciento. En enero-agosto de 2015 hubo una caída adicional de 0.8 por ciento, de 12,575 millones a 12,474 millones de litros.
Como las cifras no están disponibles públicamente, busqué los informes a la Bolsa de Coca-Cola FEMSA, el mayor productor de refrescos del país. En su reporte anual 2014 la empresa registra una caída de 2.4 por ciento en ventas en México, de 1,798 millones de cajas unidad a 1,754.9 millones (p. 43). Si se quitan las cifras de Yoli, que la firma apenas empezó a distribuir, "el volumen total cayó 3.8 por ciento".
En el informe del tercer trimestre de 2015, que se dio a conocer este 28 de octubre, el número de cajas unidad vendidas en México y Centroamérica fue de 509.1 millones, un aumento de 2.4 por ciento contra los 497 millones del tercer trimestre de 2014. "El volumen en México se expandió 2.5 por ciento" (p. 15). No es una mala cifra en una economía que apenas está creciendo 2 por ciento.
La verdad es que la afirmación de que el impuesto provocó una caída permanente de "alrededor de 10 por ciento" en el consumo existe solamente en las estrategias mediáticas de los grupos que quieren destruir a la industria refresquera y a la azucarera.
DETENIDOS
La PGR detuvo ayer y trasladó al Altiplano a cuatro dirigentes de la sección 22 por robos, actos vandálicos y daños a instalaciones federales. Esperemos que los pliegos estén bien formulados y que, en caso afirmativo, la Segob no negocie después su liberación.
Twitter: @SergioSarmiento