Víctimas. En los hechos, miles de niños trabajan en México.
En México, el trabajo infantil está prohibido y la Ley Federal del Trabajo establece que no se permite la utilización del trabajo de los menores de 14 años y de los que tengan entre 14 y 16 años que no hayan terminado su educación obligatoria, ya que necesitan la autorización de sus padres o tutores.
Sin embargo, de acuerdo con el Módulo de Trabajo Infantil 2013 de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), el 9 % de las niñas de 5 a 17 años realiza una actividad económica, de las cuales, el 36 % no asiste a la escuela y el resto (64 %) combina trabajo y estudio.
Asimismo, el 2.4 % de ellas no tiene escolaridad, mientras que el 39 % y el 48 % por ciento cuenta con algún grado de primaria o secundaria, respectivamente.
De acuerdo con UNICEF, el trabajo infantil es un obstáculo para el desarrollo social y económico de las naciones porque quebranta las competencias de su futura fuerza laboral y favorece la transmisión de la pobreza entre las generaciones y al mismo tiempo favorece que las desigualdades existentes persistan.
En México, siete de cada 10 menores y adolescentes ocupados de 5 a 17 años (69 %) reside en zonas menos urbanizadas (menores de 100 mil habitantes), situación que sumada al bajo nivel de instrucción con que cuentan, condiciona el tipo de ocupación que desempeñan.
En cuanto a la clase de trabajo que realizan, más de la mitad (55 %) son trabajadores en actividades elementales y de apoyo, el 20 % realiza actividades comerciales, como comerciantes, empleados en ventas y agentes de ventas, mientras que el 9 % labora en actividades agrícolas, ganaderas, forestales, caza y pesca y el 5% es de trabajadores en servicios personales y de vigilancia. La principal ocupación sin distinción por género son las actividades elementales y de apoyo, con 63 % de los niños y 41 % de las niñas; sin embargo, la ocupación de las niñas también se centra en actividades comerciales pues el 33 % de ellas de entre 5 y 17 años se ocupa como comerciantes, empleadas en ventas y agentes de ventas.
El panorama es desfavorable en todos los aspectos porque además de que algunos preponderan el trabajo a los estudios, no son remunerados por su trabajo. El 46 % no recibe ingresos o éstos no son monetarios y de los que sí reciben paga, el 28 % recibe hasta un salario mínimo, el 17 % recibe más de uno y hasta dos salarios mínimos y sólo 1 % recibe más de tres.
En cuanto a los horarios de trabajo, tres de cada 10, tienen jornadas de más de 35 horas a la semana. Sólo el 4 % trabaja por cuenta propia.
De acuerdo con las proyecciones de población 2010 -2050 del Consejo Nacional de Población (Conapo), hasta mediados de 2014, en el país residían 40.2 millones de niños de 0 a 17 años de edad, quienes representaban el 37 % de la población total estimada para ese año.