El tucán escurridizo

Viva el México picaresco y surrealista que ni Luis Buñuel, Federico Fellini y Salvador Dalí en sus mejores tiempos hubiesen podido recrear. Y es que ayer, en el marco del Día Mundial Contra la Corrupción, la juez Undécimo de Distrito negó la orden de aprehensión en contra de Arturo Escobar solicitada por la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (FEPADE) y su titular, Santiago Nieto. ¡Albricias!

Ahora nomás faltaría que el presidente Peña reinstale a Escobar en la subsecretaria de Gobernación y tengamos que pedirle disculpas a quien en entrevista con Alberto de Tavira, dijo ser "el mejor amigo" de Jorge Emilio González el "Niño Verde". No cabe duda que las aves del mismo plumaje vuelan juntas…

Detalla una nota aparecida en Animal Político, lo siguiente: "El delito del que se acusa a Escobar está previsto en el artículo 15 de la Ley General en Materia de Delitos Electorales, quien castiga a quien destine o reciba aportaciones de dinero o en especie a favor de algún precandidato, candidato o partido, cuando exista una prohibición legal para ello".

No es de botepronto, no me saco de la chistera hoy, a río revuelto, un hecho en el que millones de mexicanos coincidimos: que el Partido Verde violó de forma sistemática y descarada la legislación electoral antes, durante y después de los comicios intermedios de 2015. Así lo dictaminó el INE. Es cosa juzgada.

Recreemos, querido lector la siguiente plática que es producto de mi imaginación: "Total, pagamos las multas. Somos el fiel de la balanza que le otorga mayoría al PRI, nadie nos va a aplicar correctivos que verdaderamente nos duelan ni habrá autoridad que se atreva a tocarnos".

"¿Tú crees que desde Los Pinos alguien saldrá a ponernos un alto a nosotros que siempre hemos sido comparsa del poder en turno y nos vendemos al mejor postor no importando que sea PRI o PAN o el siguiente ocupante de la silla? Acuérdate que la congruencia resulta un concepto pasado de moda, casi desconocido en nuestro actuar político. La moral, decía Gonzalo N. Santos, es un árbol que da moras"

"¡Si hasta la Subsecretaria de Prevención y Participación Ciudadana de Gobernación nos dieron como pago a nuestros buenos oficios. Verás que esto no trasciende del golpeteo mediático y el que millones de mexicanos se sientan burlados, timados y engañados. Espérate a que pase el vendaval".

"A Arturo lo van a golpear un rato en la prensa no afín a nuestra causa pero en este país de corta memoria y desinterés colectivo, todo se olvida y las transgresiones éticas se perdonan pasadas las elecciones. Además ahorita con el pretexto del apagón analógico, el Gobierno nos hará un gran favor repartiendo televisores que mantengan a la población como nos conviene que estén: apendejados con las telenovelas y los partidos de fútbol".

Nadie me cuenta de las chapuzas cometidas por el PVEM; a la casa de tu servidor llegaron mochilas, tarjetas platino, llamadas telefónicas, alertas al celular y miles de tuits en el marco de la veda que expresamente prohibía dichas conductas. Hasta en el cine nos tuvimos que chutar infomerciales que hablaban del "quehacer legislativo" de los diputados y senadores del verde.

El tema aquí no es Arturo Escobar -podrían ser otros- sino lo que representa el organismo al que pertenece y el mensaje que le estamos enviando a la ciudadanía: que los partidos políticos pueden quebrantar el estado de derecho y salirse con la suya sin mayores consecuencias.

Bendita democracia…¡en pañales! Qué cara y onerosa nos sale. En el Partido Verde existen personas honorables y decentes, inclusive algunos son mis amigos. No podemos condenar a todos ni meterlos en el mismo saco, sin embargo en lo colectivo el Partido Verde resulta una desgracia a la que debemos ponerle un alto. Un alto a la de ya.

Nos leemos en Twitter y nos vemos por Periscope, sin lugar a dudas: @patoloquasto