El 7 de junio pasado se realizaron elecciones para integrar la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, 9 gobernadores y 16 jefes delegacionales en el Distrito Federal.
El balance es positivo para el país ya que los comicios se realizaron en relativa calma en la mayoría de los estados, salvo incidentes aislados en algunas partes del sur del país.
En términos de participación de la ciudadanía, el resultado fue un poco mejor a los comicios de 2009 (sus similares) rebasando el 47 % de participación. Creemos que esto se debió a que en 2015 se conjuntaron las elecciones de diputados federales con los procesos electorales locales en varios estados y en la capital del país.
No obstante a ello el abstencionismo y el "voto nulo" (4.76 %) siguen siendo los principales rivales a vencer en estos comicios. En el futuro el INE y los partidos deberán redoblar sus esfuerzos para lograr una participación mayor de los ciudadanos. Una participación abajo del 50 % de los electores no es lo mejor para el país y refleja el escaso interés de los ciudadanos en los asuntos públicos.
En estas elecciones al partido en el gobierno (PRI) "le fue bien (B) o no le fue tan mal" según lo queramos ver. Perdió algunos escaños legislativos en relación a los que gano en 20012, pero su alianza con el Partido Verde (que aumento sustancialmente sus diputados) y el Panal, le permitirá lograr mayoría absoluta en la Cámara cuando sea necesario.
El Partido Acción Nacional (PAN) se mantiene como la segunda fuerza electoral y legislativa en el Congreso. Al igual que el PRI perdió algunos escaños en la Cámara en relación a 2012. Aunque los resultados no fueron tan radiantes, en realidad el mantenerse como segunda fuerza electoral después de haber perdido la elección presidencial en 2012 debe verse como un resultado bueno. El partido azul aun vive las secuelas de las diferencias políticas internas por la elección presidencial de 2012 las cuales debe zanjar lo más pronto posible.
Las izquierdas (PRD, Morena, MC, PT) enfrentan un proceso de dispersión motivado con el surgimiento de Morena, el partido del excandidato presidencial Andrés Manuel López Obrador. Si se juntan los votos de todas las izquierdas se puede ver que en su conjunto no les fue tan mal, mantienen un electorado firme cercano al 29 %.
Destaca que Morena surge en el DF como primera fuerza política electoral y el regreso del PRI a tres Delegaciones Políticas capitalinas lo cual implicará que Miguel Ángel Mancera tenga que negociar necesariamente la gobernabilidad de la capital con los simpatizantes de AMLO en la Asamblea Legislativa del D.F.
* A la par de estos comicios legislativos y locales de 2015 empiezan a perfilarse como precandidatos presidenciales rumbo al año 2018 Margarita Zavala en el PAN, Rodolfo Neri Vela como candidato independiente y en las izquierdas Andrés Manuel López Obrador.
El comentario en este punto sería que el Instituto Nacional Electoral los dejara correr respetando el derecho de libertad de expresión de los ciudadanos, sin embargo debe monitorear sus actos para detectar en su caso aportaciones o "campañas encubiertas" en los medios de comunicación que vulneren el principio de equidad en el proceso electoral (primero al interior de sus partidos) y después en la elección constitucional.
Margarita Zavala aparece en un momento que tanto México como Estados Unidos deberían cubrir ya cubrir la "cuota de género" en las elecciones presidenciales como ya lo hacen o lo hicieron otras democracias como Inglaterra, Brasil, Argentina, Chile, Alemania, entre otras.
Andrés Manuel López Obrador es el otro candidato que seguramente irá de nueva cuenta buscando la posición que se le ha negado en ocasiones anteriores. Su escenario es complicado por las divisiones de las izquierdas y el surgimiento de un posible candidato independiente en 2018 que seguramente dividirá el voto de los electores sin partido.
Para el PRI hoy el escenario 2018 se ve aún lejos (a diferencia de 2009-2012). No hay un candidato "natural", aunque se ven como aspirantes legítimos Luis Videgaray Caso, Manlio Fabio Beltrones y el gobernador del Estado de México Eruviel Ávila, aunque puede surgir un "caballo negro".
Lo ideal es que el PRI busque en un candidato que no sólo sea bien aceptado en México (egresado de la UNAM o una institución educativa de excelencia) con estudios de posgrado en alguna de las 10 mejores universidades del mundo, para que sea bien aceptado en Estados Unidos y en América Latina.