El Tribunal Supremo Electoral (TSE) convocó a 7.5 millones de electores para estas elecciones presidenciales, legislativas y municipales. (Archivo)
La ola de turbulencia política que derribó al presidente de Guatemala echa una sombra sobre la elección de hoy domingo de un nuevo mandatario, en unos comicios que muchos temen podrían poner fin a la campaña contra la corrupción que llevó a Otto Pérez Molina a la cárcel.
Y es que no se cumplió otro reclamo tan importante como el primero: el aplazamiento de unas elecciones que muchos consideran ofrecen escasas alternativas.
"La gente rechaza este sistema político, la captura de la democracia por la mafia. Siente que ir a votar es ir a elegir al próximo saqueador del país", dice Manfredo Marroquín, presidente de Acción Ciudadana, una de las organizaciones civiles guatemaltecas más influyentes.
El Tribunal Supremo Electoral (TSE) convocó a 7.5 millones de electores para estas elecciones presidenciales, legislativas y municipales.
La Presidencia de Guatemala se la disputarán 14 candidatos de diferentes corrientes políticas.