Velación. En el interior de la vivienda, está el féretro con los restos de Abrahana Sánchez, rodeada de enormes arreglos florales. En el recuadro, está la fotografía de Fermín y Abrahana.
Unas cintas amarillas de precaución colocadas de poste a poste y un toldo en medio de la calle Río Nazas, donde se observa un grupo de personas sentadas, anuncian el domicilio donde velan el cuerpo de Abrahana Sánchez Sánchez, quien será recordada como una persona de diez.
"Ella era la mera cuerda aquí, haz de cuenta en cuanto al beisbol... quien va a ser la primera base, el segundo, el tercero, viene el cuarto bat y te da palo... Es ella, era el cuarto bat aquí en la casa", señaló Fermín Martínez, esposo de Abrahana Sánchez.
Ella fue una de las 21 víctimas fatales que dejó el accidente carretero registrado la tarde del jueves en Anáhuac, Nuevo León.
Tras recordar que tenían 32 años de casados, Martínez Castillo señaló que a Abrahana le sobreviven cinco hijos y 14 nietos, que procrearon y criaron durante más de tres décadas de matrimonio.
"Legalmente ni me ha caído, porque todavía no vivo eso, posiblemente mañana, pasado, lunes, martes, miércoles... El domingo que ya no esté ella, ahí es donde lo voy a sentir porque para mí era todo, lo máximo. Para todos nosotros, toda la familia de aquí, era muy querida en este barrio", dice Fermín Martínez, mientras muestra con su brazo a los presentes en el velorio de su esposa.
En el interior de la vivienda, en medio de la sala-comedor yace el féretro con los restos de Abrahana Sánchez, rodeada de enormes arreglos florales, donde predominan las rosas rojas y cintillos blancos con leyendas como: "Mi Jefita" o "Mi Vieja".
A un lado, en el piso, fue colocada una foto donde aparece el matrimonio Martínez Sánchez, Fermín aseguró que recordará a su esposa como "una persona de diez, no nueve, ni nueve y medio, una persona de diez y ya".
El día del accidente, Abrahana Sánchez regresaba de Nuevo Laredo, como era habitual, pues viajaba hacia aquella ciudad o en la frontera de la unión americana a trabajar en casas, cuando había oportunidad, aseguró Martínez Castillo.
Velan los cuerpos
De las 21 víctimas fatales que dejó el accidente carretero registrado en Nuevo León, nueve son de Sabinas, Coahuila. Los cuerpos de ocho de ellos son velados en este lugar, pero la novena víctima fue trasladada a Nuevo Laredo a petición de sus familiares.
Los cuerpos llegaron la mañana de ayer a Sabinas, siete de ellos son velados en las instalaciones de Capillas García y Funeraria Martínez. Se trata de Carlos Fernando Rico Cabriales de 38 años, María Luz Faz Vázquez de 54, Marisol Pérez Flores de 30, así como los primos Luis Fernando Valles Pérez y Crisitian Adrián Ríos Pérez, quienes contaban con tres y cuatro años, respectivamente.
También son velados los restos de María Julieta Luna Santos de 46 años y de Alma Luz Villalobos Fuentes, mientras que el cuerpo de Abrahama Sánchez Sánchez, quien contaba con 54 años, es velado en un domicilio particular en la colonia Infonavit.
El cuerpo de Carlos Fernando Rico fue sepultado ayer, de los siete restantes seis serán sepultados hoy lunes y uno será cremado, informó Héctor García, de Capillas García, quien detalló que la empresa propietaria del autobús siniestrado cubrirá los gastos.
Ayer por la tarde, fue identificado otro coahuilense, César Vega Cárdenas de 40 años, originario del municipio de Nava.
