Hace algunos años, la tranquilidad era una característica de la Comarca Lagunera. Como mujer recién llegada del D.F, inmediatamente noté el cambio. Allá se te iba el tiempo en los traslados de un lugar a otro, por el medio que fuera, caminando, en autobús, peseros, metro, taxi o en tu propio auto. Y en Torreón, que fue donde decidí radicar, el tiempo te alcanzaba hasta para comer en casa.
Allá en la cuidad del asfalto, siempre tenías que tener mucho cuidado para desplazarte; la inseguridad empezaba a "dispararse". En cambio en La Laguna me sentía tan segura. Trabajaba en un Banco y salía tarde, pero jamás tuve ningún percance. Al pasar de los años, todo esto cambió. Ya no se respira ese aire de paz y tranquilidad, ya no tienes la suficiente confianza para, por la noche andar sola por las calles.
Como muchas mujeres que tenemos la necesidad de salir a ganar el sustento diario para sostener a su familia, queremos sentirnos seguras. Queremos dejar de temer por nuestras vidas, no queremos dejar en el desamparo total a nuestros hijos. Creo en el proyecto de crear el Estado de La Laguna, porque creo devolverá a nuestra región ese clima de calma y seguridad que la caracterizaba. Al lograr que sea un Estado libre y soberano, contará con una nueva Constitución, leyes, reglamentos que permitan dotar al gobierno entrante y empoderará a los ciudadanos con los elementos para combatir la corrupción que prevalece en nuestras autoridades, se reducirá la violencia, las organizaciones delictuosas, la corrupción. Se revitalizarán nuestras instituciones con nuevos funcionarios emanados de consejos ciudadanos, que sean íntegros, honestos y responsables: Verdaderos servidores públicos.
De manera equitativa e igualitaria hombres y mujeres que sí saben dirigir y administrar tomarán las riendas del nuevo estado y lo conducirán a ese paraíso desértico moderno, en franco desarrollo, competitivo, con grandes empresas generadoras de empleo, urbanizado completamente, utilizando sus recursos de la mejor manera en infraestructura educativa, hospitalaria, carretera, industrial... como lo estábamos... como antes de los secuestros, los ataques a bares y restaurantes, las extorsiones, los enfrentamientos, la corrupción gubernamental... como antes, pero mejor. Yo creo en ELLA para lograr este sueño de tantos laguneros. Yo creo que el Estado de La Laguna es posible. Y sé que será una realidad.