"Ellos están vivos", dice Uriel, primo de Alexander Mora Venancio, uno de los normalistas desaparecidos de Ayotzinapa.
Aunque según la PGR los restos de Mora Venancio fueron encontrados en un basurero de Cocula, tras el resultado de la investigación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que echó para abajo la "verdad histórica", la esperanza de encontrarlo con vida resurgió. "En nuestra familia los ánimos se habían apaciguado un poquito por el informe de PGR, pero con esto que echaron para abajo toda la investigación de la Procurduría, los ánimos volvieron a subir y tenemos la esperanza de encontrarlo con vida", dice. El primo de Alexander Mora Venancio, estudia en la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro de Torreón.
Uriel, como pidió que se le llamara, recuerda que justo hace un año revisó Facebook antes de dormir, para ver las novedades del día.
"Me di cuenta de que habían atacado a normalistas de la normal Rural Raúl Isidro Burgos Ayotzinapa, donde estudiaba mi primo, no sé si sepas, pero de la normal salieron dos grandes gerrilleros; Lucio Cabañas y Genaro Vázquez", dice.
Era tarde, por lo que decidió esperar al día siguiente para hablar con su familia y preguntar por Alexander. Finalmente se acercaba el 2 de octubre una fecha negra en la historia de México, por la masacre estudiantil de 1968. Era difícil para Uriel pensar que la historia se volviera a repetir.
Al despertar la noticia fue fatal. No encontraban a 43 estudiantes. De inmediato llamó a su casa, ubicada en el Pericón, municipio de Tecoanapa, Guerrero, de donde ambos son originarios. Sus padres le dieron la triste noticia: su primo estaba en la lista de los desaparecidos. Desde entonces, la lucha no ha cesado para familiares, amigos, ciudadanos y ciudadanas, que desean encontrar a los normalistas.