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Embarazada ¿y con diabetes?

La diabetes gestacional puede traer consecuencias graves al bebé

Embarazada ¿y con diabetes?

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Ximena Martínez González

Cuando se trata de diabetes durante el embarazo, las latinas forman parte de un porcentaje mucho mayor al de las mujeres del continente asiático. Lo más grave es que son pocas las pacientes embarazadas que tienen conocimiento sobre este padecimiento, por lo que es muy importante informarse para así, saber qué estudios son necesarios durante los primeros meses de gestación y descartar cualquier posibilidad de padecerlo. Para esto, el doctor Carlos Andrés Garza Flores, ginecólogo obstetra, habla sobre el tema y la importancia para la población de conocer este tipo de enfermedades durante el embarazo.

Embarazo y diabetes

“Se trata de una intolerancia a los carbohidratos, es decir, el organismo de la mujer embarazada forma resistencia a la insulina y no actuá como debe ser, aumentando los niveles de glucosa”, explica el doctor sobre la definición de diabetes gestacional. Actualmente, hay estudios y artículos donde aseguran que las mujeres latinas son más propensas a padecer esta enfermedad que otras nacionalidades, debido a cuestiones genéticas. En Latinoamérica se encuentra entre un 14 y 15 por ciento, mientras que en Asia se mantiene entre el uno y cinco por ciento; aunque el porcentaje no se escuche elevado, al convertirlo en números reales si es una gran cantidad.

Garza explica que al tratarse de un padecimiento crónico degenerativo, factores como la obesidad, alimentación alta en carbohidratos, diabetes en embarazos anteriores y el factor hereditario, la posibilidad de padecer diabetes gestacional aumenta. El embarazo por sí solo produce hormonas, como el cortisol o una producida por la placenta llamada lactógeno placentario humano, que igualmente provocan que haya resistencia a la insulina, favoreciendo a la diabetes gestacional. En la mayoría de los casos donde se da esta enfermedad se debe a que no se piden todos los estudios necesarios de rutina a las mujeres embarazadas ni la repetición de los mismos en caso de ser necesario.

La diabetes gestacional es asintomática, es decir, es poco común que una paciente embarazada sienta algo fuera de lo normal. El ginecólogo explica que en ocasiones pueden llegar a experimentar los síntomas que cualquier otro diabético, como mucha sed, hambre, comezón en la vulva, genitales, boca seca, mareos, etcétera, pero es muy inespecífico. Incluso, pueden llegar a confundir estos síntomas con los normales provocados por el embarazo, o simplemente no sentir nada.

Diagnóstico

Por lo regular, en mujeres embarazadas durante la primera consulta se piden una serie de exámenes convencionales, de rutina, donde entre ellos va el azúcar en ayunas. Sin embargo, es importante enfatizar que después de la semana 20 se deben realizar otra serie de estudios, pues es cuando las hormonas, como cortisol u lactógeno placentario humano, empiezan a aumentar haciendo esta etapa la ideal para detectar la diabetes o la posibilidad de padecerla, no antes. El doctor Garza explica los estudios más importantes para la detección oportuna.

-Tamizaje de glucosa: Un tamiz significa hacer un filtro para observar qué pacientes tienen riesgo y quienes no. Consiste en sacar sangre en ayunas, ingerir inmediatamente una carga de glucosa con 50 gramos y a la hora, realizar otra muestra. De acuerdo a la cantidad de glucosa en el resultado final se determina si la paciente corre riesgo de padecer diabetes o no.

-Curva de tolerancia oral a la glucosa: Este estudio se realiza una vez determinado si la paciente efectivamente corre riesgo de padecer diabetes a través del tamizaje de glucosa para afirmarlo o descartarlo; de otra manera, no hay necesidad. En la curva de tolerancia oral se administran 100 gramos de glucosa en ayunas, el doble que el tamizaje, y pruebas de sangre cada una, dos y tres horas. Resulta una prueba tediosa y molesta, pues se realizan varios piquetes para las muestras de sangre.

¿Cómo afecta?

La diabetes gestacional puede traer graves complicaciones tanto para la mamá como para el bebé, sin embargo, la mayoría de las veces es el pequeño quien resulta más afectado. Garza Flores explica que es muy raro que una paciente diabética se descompense. Pueden surgir complicaciones graves como una cetoacidosis diabética o coma diabético, pero no es nada común.

Otro riesgo para la mamá es sufrir polihidramnios por una diabetes mal cuidada, el cual se refiere a la presencia de demasiado líquido amniótico rodeando al feto, que puede desencadenar partos prematuros al distender el útero por la presión provocada por el exceso de líquido, haciendo creer al cerebro que el bebé ya es de nueve meses cuando en realidad es de siete.

En lo que al pequeño se refiere, puede haber malformaciones, o ser un recién nacido macrosómico, es decir, un bebé más grande de lo normal, dependiendo de la estatura de los padres. También se les conocen como niños obesos o ‘súper bebés’, y nacen con una predisposición, por lo mismo de su obesidad, a padecer diabetes en algún momento de su desarrollo. De igual manera puede suceder todo lo contrario, una restricción del crecimiento, además de complicaciones respiratorias, “hay más dificultad para respirar en recién nacidos hijos de mamás diabéticas, y se llevan frecuentemente a incubadoras aunque tengan la madurez de las 40 semanas de gestación”, explica el doctor.

El pediatra, al observar que la paciente padece diabetes, siempre debe estar preparado por si el bebé llegara a nacer con dificultades para respirar, sea o no prematuro.

De igual manera, si se opta por realizar un parto natural con un bebé grande se corre el riesgo de haber complicaciones como fractura de clavícula, elongación del plexo braquial y que el pequeño quede con limitaciones en el movimiento, así como riesgos en la mamá como sufrir laceraciones vaginales y desgarros muy severos que pueden incluir vagina, recto y ano.

Cuidados

Una vez afirmado que la paciente es diabética, se debe determinar el grado de severidad de la enfermedad para elegir el tratamiento más adecuado, ya sea por medio únicamente de dieta o si también se debe tratar con insulina.

“Cuando se trata con dieta normalmente canalizamos a las pacientes con un nutriólogo para darles una dieta para mujer embarazada diabética de acuerdo al peso ideal. Cuando con la dieta no se controla, en ocasiones se debe internar a la paciente para calcular su esquema de insulina”, explica el doctor.

La insulina es el hipoglucemiante, el medicamento para bajar el azúcar, más seguro durante el embarazo por lo que se debe enfatizar que no hace ningún daño al bebé.

Diabetes después del embarazo

Garza explica que una vez que haya nacido el bebé de una paciente con diabetes gestacional, se debe realizar un estudio a las seis semanas posteriores al parto para determinar si la mujer quedó con la enfermedad o se le quitó. La mayoría deja de padecerlo pero entre 10 y 15 por ciento de las pacientes persisten diabéticas y la única manera de saberlo es realizando un estudio como la curva de tolerancia oral a la glucosa con 75 gramos.

Se debe informar a las pacientes que padecieron diabetes únicamente durante el embarazo que, a pesar de ya no tener la enfermedad después del parto, pueden desarrollar diabetes tipo 2 años después. “La diabetes en el embarazo es como un aviso a la mujer de que en unos cinco o 10 años, si no se cuida, le podrá dar diabetes tipo 2”, comenta el doctor. No es una afirmación, es un foco amarillo de que es una mujer propensa a padecer esta enfermedad en algún punto de su vida si no se cuida, pero puede ser evitada. “Una vida saludable nos previene para ésta y muchas otras enfermedades”, agrega el doctor.

En el caso de aquellas mujeres que continúan con diabetes aún después del parto se les trata como una diabetes normal, que no se quita, sino que se controla, de igual manera por medio de dietas, pastillas o insulina.

¡Infórmate!

Aunque la diabetes gestacional no es la principal enfermedad durante el embarazo, como la preclampsia, es importante que las mujeres conozcan este tipo de padecimientos para mantener una vida saludable y evitarlos lo más posible. “Los médicos deben saber identificar a una paciente con riesgo de diabetes pero en ocasiones no se piden los estudios completos y la paciente desconoce cuáles pedir específicamente. No se debe dejar pasar ningún estudio de rutina, pues las complicaciones y secuelas son muy fuertes”, explica el doctor Carlos Andrés Garza Flores, ginecólogo. Es importante que las mujeres embarazadas sepan que entre las semanas 20 y 22 se deben realizar estudios para descartar por completo la diabetes gestacional.

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