Colocado el caso Ficrea como paradigma del abuso y la deshonestidad en el manejo de recursos de ahorradores de buena fe, en cuya escena aparece un anciano en silla de ruedas en plantón para recuperar su esperanza de sobrevivencia, el peligro es que la oveja negra provoque la satanización de un esquema que hasta hoy ha sido benéfico.
La tentación está latente. De hecho, ayer se constituyó una comisión legislativa para ponerle candados al pozo, en tanto la propia autoridad habla de lanzar una lluvia de disposiciones para cubrir su ineficiencia.
La carrera de obstáculos, por ejemplo, podría cancelar la posibilidad de autorización de 21 instancias similares en camino.
Aunque Ficrea es una de las 45 sociedades financieras populares que operan en el país, de 49 con licencia, su caso es radicalmente opuesto a la vocación de éstas.
De entrada, aunque el promedio de ahorros de la clientela del común alcanza siete mil 200 pesos, el de la intermediaria en el banquillo llegaba a 800 mil.
Instaladas las instancias de ahorro y crédito en lugares recónditos del país, donde se cumple la misión de llenar huecos del sistema bancario, Ficrea tenía sus oficinas en zonas triple A.
Así, en la capital del país sus sucursales se ubicaban en San Jerónimo y Lomas de Chapultepec.
A diferencia, en paralelo, de sus similares, la Sofipo de la discordia no se fondeaba con la banca de desarrollo, en cuyo caso se ejerce una supervisión adicional por parte de ésta para evitar desvíos o manejos irregulares.
Estamos hablando de Nacional Financiera, el Banco Nacional de Crédito, antes de Crédito Rural, de la Sociedad Hipotecaria Federal…
Ficrea no pertenecía a la Asociación Mexicana de Sociedades Financieras Populares. El caso, pues, se cuece aparte.
La primera Sofipo inició sus actividades hace nueve años, aunque algunas intermediarias con más de 20 años de presencia como uniones de crédito o similares adquirieron la figura.
A lo largo de los años este tipo de sociedades agrupan el 2.47 por ciento de contratos de crédito en el país y el 23.7 del sector de Ahorro y Crédito Popular.
El escándalo Ficrea llegó cuando las intermediarias estaban en franco crecimiento, incrementando el abanico de sus servicios hacia microseguros, remesas y una gama de productos de captación adicionales a los de los de la banca tradicional. Entre el segundo trimestre del 2010 y el cuarto del 2012 el sector creció 8.3 por ciento.
Las Sofipos están reguladas al 100 por ciento por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, sin que hasta antes del escándalo de Ficrea registraron problemas por irregularidades.
Se rigen por la Ley de Ahorro y Crédito Popular.
Orientadas a incorporar al escenario financiero a la población de medio y bajo ingreso, su creación se justificó con creces ante el resultado de la última Encuesta Nacional de Inclusión Financiera realizada en el 2012.
De acuerdo a ésta, sólo el 56 por ciento de los mexicanos tienen acceso a algún producto financiero formal; el 38.3 por ciento de la población no ahorra.
De quienes lo hacen, sólo el 35 por ciento recurre a instancias formales.
El 47 por ciento lo hace vía tandas, similares y conexas.
En siete municipios del país donde no hay presencia de bancos las Sofipos llenan el hueco, por más que están también en el 47 por ciento de los existentes en el país.
En paralelo, el 48.6 por ciento de la población no tiene acceso al crédito y de quienes recurren a éste sólo el 27.5 lo hacen en estancias formales. El resto se va a la usura.
Actualmente las Sofipos atienden a dos millones 994 mil 981 clientes, por más que su cartera en algunos casos alcanza seis millones.
Su captación total llega a 21 mil 532 millones de pesos.
Los activos totales, de acuerdo a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, alcanzan un valor de 28 mil 532 millones.
La red cobija en total mil 92 sucursales.
El índice de morosidad llega al 7.9 por ciento.
El 70.98 por ciento de las Sofipos ofrece créditos comerciales y productivos; el 23.08 al consumo, y el 6.43 para vivienda.
Con la reforma financiera se abrió la posibilidad de que el seguro de depósito de los bancos sea igual al de las Sofipos.
¿Que paguen justos por pecadora?
BALANCE GENERAL
A contrapelo de la posibilidad de tener escasa clientela, el Gobierno mantendrá la llamada Ronda Uno, es decir, los contratos para explorar y explotar zonas que desechó Petróleos Mexicanos, sin alteración alguna, es decir, incluirá las áreas de mar profundo.
Los analistas habían advertido que al precio actual de la mezcla mexicana no es rentable lanzarse a la aventura. La posibilidad de ganancia empieza desde un nivel de 60 dólares el barril, es decir, 22 más del monto en que se cotiza.
Y aunque en el escenario estaría también Chicontepec, uno de los campos de tierra firme, el costo de extracción es muy elevado considerando que se debe perforar al menos veinte veces para alcanzar un depósito.
La oferta alcanza 20 bloques de aguas profundas.
Se diría, pues, que la Secretaría de Energía le apuesta a una incierta recuperación en el mediano plazo del costo internacional del petróleo.
La subasta se daría en mayo.
BOCANADA DE AIRE
A pesar de ubicarse en el escenario de un concurso mercantil, la promotora de vivienda Geo está por recibir una línea de crédito por 318 millones de pesos.
Esta fue aprobada por el juez de la causa, sexto de distrito, y el conciliador.
El crédito sindicado lo encabeza el fondo Capital Inmobiliario que encabeza Juan Carlos Braniff.
El recurso apunta a edificación de vivienda y capital de trabajo de la compañía.
PRIETITO EN EL ARROZ
El activismo del despacho de asesores Alternativa, representado por Federico y Eduardo Valdés, está causando ruido en torno a una licitación convocada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia para adquirir programas de seguro de daños.
El despacho busca modificar las bases para favorecer a la compañía de su preferencia, por más que ahora se han contratado con dos para evitar suspicacias.
El año pasado el despacho había aparecido en escena bajo la misma fórmula, sólo que la intención no cuajó ante la transparencia con que se desarrolló el concurso.
¿La segunda será la vencida?