Catorce años después de una endeble expropiación, el gobierno no puede amarrar la posibilidad jurídica de desincorporar los nueve ingenios del Grupo Azucarero Escorpión, propiedad aún de Enrique Molina Sobrino, cuya producción representa el 20% del total en el país
El último round en los tribunales se ventiló el ocho de diciembre del año pasado, con una resolución nebulosa que después debió aclarar uno de los magistrados del Segundo Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito.
Aunque los asesores del secretario de Agricultura, Enrique Martínez y Martínez, le habían informado que se había dado, finalmente, luz verde para la enajenación de los activos, la interpretación resultó falsa.
De realizarse la venta, el particular que adquiriera los ingenios se vería inmerso en un remolino que nació desde el momento en que se dio el manotazo expropiatorio a pretexto de las deudas acumuladas por cuatro grupos azucareros.
El acto, realizado en septiembre del 2011, recién inaugurado el gobierno alocado de Vicente Fox, alcanzaba el Grupo Machado de Teresita Machado; al Grupo Santos del hoy difunto Alberto Santos de Hoyos; al Grupo Azucarero México de Juan Gallardo Thurlow, y al propio Escorpión.
Los tres primeros lograron reinvertir la medida bajo la fórmula simple de alegar que el gobierno no demostró la utilidad pública de ésta.
El cuarto quedó en el aire ante la ausencia de su propietario, a quien se le había acusado de evasión fiscal, aparentemente por una venganza personal de Fox ante las burlas que le hacía Molina, concesionario de PepsiCola, cuando el político guanajuatense trabajaba en Coca Cola.
Los apodos surgían por raudales.
Con los cuatro grupos en la buchaca, el gobierno creó dos instancias burocráticas: Una para comercializar el azúcar y otra para administrar los ingenios. A ésta última se le denominó Fondo de Empresas Expropiadas del Sector Azucarero.
La ruta crítica hablaba de sanear las unidades para luego venderlas en un marco en que se aprovecharía íntegramente su potencial para producir algo más que azúcar, energía eléctrica y etanol como oxigenante de gasolinas, por ejemplo.
El hecho es que Caze, como la única instancia en peligro, demandó un amparo contra la posibilidad planteada oficialmente el 23 de mayo del 2012 por la Comisión Gasto-Financiamiento, en cuyo caso se celebró el tres de marzo del 2014 una audiencia constitucional.
La solicitud fue rechazada, lo que abría la posibilidad de su venta a través del Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE).
Sin embargo, Caze planteó un recurso de revisión que fue aceptado… a lo que se opusieron, tanto el Fondo de Empresas Expropiadas del Sector Azucarero como el propio SAE.
La posibilidad se declaró infundada.
En el camino, Caze se desistió, en su recurso de anulación, de solicitar la protección de la ley contra diversas autoridades, entre ellas la Secretaria de Agricultura, dejando sólo a FEESA y al SAE.
En el estira y afloja, se decidió que fuera el pleno del Tribunal Colegiado quien resolviera.
Éste se reunió el 14 de diciembre pasado, determinando por mayoría de votos que la revisión adhesiva planteada por Caze fuera declarada improcedente. Sin embargo, se dijo que el punto final del caso llegaría cuando se resolviera en definitiva el asunto íntegro.
Ante la interpretación sesgada de FEESA y SAE, el magistrado presidente Gaspar Paulín Carmona, planteó un punto aclaratorio en que plantea que "el acuerdo de desincorporación debe entenderse que se agota hasta que el procedimiento de revisión se resuelva de manera definitiva, esto es cuando todos los medios de defensa que proceda se hayan agotado".
En el marco, hete aquí que hasta hoy los ingenios ubicados en Morelos, Puebla, San Luis Potosí y Veracruz no se le habían endosado al SAE.
El colorín colorado, pues, está aún lejos.
Los resabios del foxismo.
BALANCE GENERAL
De acuerdo con la Secretaría de Economía, finalmente será en marzo cuando se le coloque el punto final a la negociación para el Acuerdo Transpacífico de Asociación, conocido como TPP, el cual a juicio de los expertos diluiría la privilegiada relación mercantil del país con Canadá y Estados Unidos.
La posibilidad habla de una catarata de exportación de textiles, calzado y productos semielaborados procedentes de Vietnam, país con el que de suyo tenemos un déficit acumulado en la balanza comercial de seis mil 814 millones de dólares, contabilizados en 20 años.
De Nueva Zelanda, otro de los países en concierto, llegan los borregos que se vuelven barbacoa en los restaurantes, en la posibilidad ahora del comercio agrícola procedente también de Australia.
HIGA DE LA DISCORDIA
Mientras la Secretaría de la Función Pública señala que no hay ningún expediente abierto contra el grupo Higa, por lo cual nada le impide participar en licitaciones, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes insiste una y otra vez en que no estará en la pelea por el contrato del ferrocarril de alta velocidad México-Querétaro.
Como usted sabe, la firma construyó y financió la compra aún no finiquitada de la Casa Blanca de Las Lomas de Chapultepec, cuya propiedad se atribuye a la primera dama, Angélica Rivera.
La empresa de Juan Armando Hinojosa ganó docenas de contratos con el gobierno del Estado de México y con el federal a partir de la llegada del presidente Enrique Peña Nieto.
Higa participó en el consorcio que había obtenido el contrato del tren en una primera licitación, a lo que se anuló.
El secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza, dijo ante legisladores que aunque Higa no estaba imposibilitada para participar en la licitación, desde el punto de vista de la opinión pública no podía hacerlo.
APOYO A TEXTILES
Con la presencia de representantes de la Secretaría de Hacienda y Economía, los industriales afiliados a las Cámaras Textil y del vestido participaron en el taller para explorar los alcances de las medidas tomadas por el gobierno para combatir prácticas desleales.
La intención, como usted sabe, es reforzar las aduanas para cerrar el paso a ingresos tramposos de mercancías en cuyo escenario se ha afectado gravemente a las ramas.
El año pasado los productos que ingresaron subvaluados alcanzaron niveles alarmantes. Sólo en noviembre el 61% de ellos ingresó con un precio inferior al de su propia materia prima.
En enero del 2013 el promedio alcanzaba el 28%.
