Lo que en el papel representaba un manto protector para Petróleos Mexicanos, el fijar un precio diferencial para las gasolinas en la franja fronteriza norte a fin de evitar la compra de combustibles allende el Bravo, en la práctica se ha convertido en un boomerang que golpea a las gasolineras ubicadas en la frontera del espacio privilegiado.
La medida ha propiciado un mercado negro de los energéticos en beneficio, entre otros, de los transportistas de carbón, desnudando de pasadita el enorme diferencial de precios entre México y Estados Unidos.
Este, a finales de enero pasado, se ubicaba en 6.18 pesos por litro.
De ese tamaño al menos fue el descuento que se fijó en la zona cercana a la línea. Allá se compra el litro en 7.39 pesos; en el resto del país en 13.57.
La medida fue ordenada por la Secretaría de Hacienda. Y aunque en teoría el descuento sólo priva para los habitantes de la franja, existe laxitud para permitir que carguen los transportistas de carbón extraído de la zona de Coahuila, quienes invariablemente se van con tanque lleno.
El carbón, como usted sabe, alimenta los equipos de calefacción en la entidad federativa que, con Chihuahua, sufre con más rigor la temporada invernal.
La zona productora está ubicada a 50 kilómetros de la franja fronteriza.
Naturalmente el negocio se abre también para cualquier particular. De hecho, son frecuentes las filas de hasta 100 vehículos en gasolineras de la franja.
Tendida la alfombra, una persona que compre 200 litros diarios de gasolina podría obtener una ganancia bruta de mil 230 pesos, que al mes llegaría a 37 mil.
El caso es que un camión que llena sus tanques alternos podría llevarse mil 500 litros diarios, lo que le produciría ganancias de 282 mil pesos mensuales.
En un mes se realizan hasta mil 500 fletes.
Ahora que la alternativa de compra barata es válida también para quienes mantienen concesiones de estaciones de servicio de Pemex dentro y fuera de la franja, con la novedad de que un camión-pipa puede transportar hasta 30 mil litros.
La ganancia sería de 5.6 millones al mes, con la posibilidad de que un distribuidor que reparte dentro y fuera de la franja podría buscar la manera de obtener socios.
El hecho es que en la región carbonífera se han dejado de vender 2.5 millones de litros de gasolina, cuyo monto sería de 15.5 millones, lo que coloca al borde de la quiebra a los concesionarios. Las ganancias de éstos son de 88 centavos por litro.
El hecho, además, es que en las redes sociales se ofrece gasolina… con posibilidad de entrega a domicilio. El combustible se transporta en tambos, a riesgo de una explosión. Y aunque de vez en vez se hace alguna redada, el incentivo económico convoca a la reincidencia.
En su desesperación, las gasolineras de la región carbonífera de Coahuila le han enviado una carta al presidente Enrique Peña Nieto, planteándole lo que califican de escenario de informalidad, ilegalidad y corrupción.
Por lo pronto, el caso ilustra de cuerpo entero que en México no sólo se acabó el subsidio a las gasolinas, sino ahora su venta se volvió el gran negocio para el gobierno de cara a la caída del precio internacional del petróleo. El desliz de principios de año, pues, era innecesario.
BALANCE GENERAL
Levantada una enorme polvareda contra el gobernador de Nuevo León, Rodrigo Medina, por su obstinación en construir un acueducto que lleve liquido del río Pánuco a Monterrey, cuyo costo, calculado originalmente en 13 mil millones, se ha triplicado, las señales apuntan a que finalmente la obra se aplazará o se cancelará.
El pretexto será el recorte presupuestal del gobierno federal, uno de los aportantes para el proyecto, además, naturalmente, de la disminución de las ministraciones federales a las entidades federativas.
La posibilidad le pegaría de lleno al Grupo Higa, quien encabeza un consorcio que había recibido el contrato.
Estamos hablando de la empresa que construyó y financió la Casa Blanca en las Lomas de Chapultepec y la de descanso en el Club de Golf de Malinalco del secretario de Hacienda, Luis Videgaray.
Sin embargo, la compensación para la constructora favorita del gobierno del Estado de México durante la gestión del hoy presidente, Enrique Peña Nieto, está a la vista.
De avalar el pleno de la Cámara de Diputados un dictamen aprobado de comisiones de cara a una nueva Ley General de Aguas, se le abriría una gran franja de negocios a la firma constructora. Ésta tendría la oportunidad de multiplicar sus contratos para obras hidráulicas.
En el calor de la discusión en el Congreso de la Reforma Energética, de cara a las objeciones de la oposición, se dijo que no habría despidos de personal en el cambio de la adscripción de Pemex de empresa paraestatal a productiva de Estado.
La promesa la ratificó el director general, Emilio Lozoya.
El caso es que los opositores del sindicato petrolero encabezado por Carlos Romero Deschamps han alertado de la posibilidad de recortar a 60 mil trabajadores, lo que implicaría algo menos de la mitad de la nómina de 124 mil. Por lo pronto, estaría en puerta el despido de tres mil en una primera remesa.
De acuerdo a la empresa el costo del personal equivale a sólo el cinco por ciento de su presupuesto, lo que implicaría una mínima disminución en la carga.
Como usted sabe, el recorte ordenado por la Secretaría de Hacienda alcanza 62 mil millones de pesos.
CARPETAZO A MONEX
A pretexto de la austeridad a que obliga la caída en el precio internacional de la mezcla mexicana de petróleo, la Cámara de Diputados decidió extinguir 15 de las 37 comisiones especiales para investigar casos específicos, entre ellos el de Monex.
Estamos hablando de un posible uso irregular de recursos en la campaña como candidato del PRI del presidente Enrique Peña Nieto, vía tarjetas expedida por el grupo financiero.
La posibilidad del carpetazo la habían abierto sendas exoneraciones del Instituto Nacional Electoral y del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
El caso es que la Cámara de Diputados no ha aportado un centavo para la comisión. Los gastos los han cubierto sus integrantes.
Ahora que la poda alcanza también a la que investigaba el caso Oceanografía, por más que hay mil preguntas aún pendientes de respuesta, empezando por la posibilidad de complicidades al interior de Pemex, de cara al entramado para el fraude a Banamex.
Sólo uno de los presuntos culpables está en la cárcel.
Albertobarrancochavarria0@gmail.com
