Juan Manuel Santos y Rodrigo Londoño, alias 'Timochenko', se dieron hoy un histórico apretón de manos, tras anunciar en La Habana el acuerdo alcanzado entre las partes en materia de justicia transicional, clave para la paz. (EFE)
El presidente colombiano Juan Manuel Santos anunció hoy aquí que logró un acuerdo para poner fin al conflicto con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), y que éste será firmado a más tardar el 23 de marzo de 2016.
“Hoy he venido a La Habana en primer lugar para anunciarles a los colombianos, pero en especial a las víctimas, que hemos logrado un acuerdo sobre las bases de un sistema de justicia que me permite decir con convicción que vamos a lograr el máximo de justicia posible para las víctimas, la máxima satisfacción posible de sus derechos”, enfatizó.
El mandatario, que llegó esta tarde a La Habana, fue recibido por el presidente de Cuba, Raúl Castro, para anunciar el acuerdo con las FARC sobre justicia transicional y restaurativa, con miras a firmar un acuerdo para una paz duradera y sostenible tras más de 50 años de guerra intestina.
Santos intervino después de la lectura de una declaración conjunta con el jefe de las FARC, Timoleón Jiménez, y acompañado por los miembros de los equipos negociadores de las partes.
“Acordamos, como se acaba de anunciar, que las FARC comenzarán a dejar las armas a más tardar a los 60 días de la firma del Acuerdo Final”, expresó el mandatario.
Dijo que en su encuentro privado con el jefe de las FARC, acordaron que sus equipos negociadores aceleren la firma del acuerdo de paz para el primer semestre de 2016.
Explicó que 60 días después de la firma del acuerdo final, el grupo guerrillero debe empezar el proceso de abandono de las armas e iniciar su integración a la vida civil y participar en política, pero sin armas.
Santos sostuvo que el compromiso de su gobierno es otorgar plenas garantías para la seguridad de todos los miembros de la guerrilla de las FARC para que se desmovilicen.
Con el acuerdo de paz -subrayó Santos- Colombia logrará “más seguridad, más equidad y más bienestar” para los 48 millones de habitantes de este país andino.
