Llegó el "Día de los enamorados", "del amor y la amistad" o simplemente "San Valentín" en honor al santo de Terni, que vivió durante el siglo XIV.
Es una costumbre anglosajona, idea perfeccionada por la mercadotecnia en el siglo pasado y que se ha propagado a todo el mundo occidental, transformándose en un nuevo apalancamiento de la mercadotecnia para vender y consumir.
¿No le parece interesante y preocupante el cambio de sentido del amor al consumismo? Esa es nuestra realidad, cuando el concepto ha sido mutilado, quitándole la parte muy sustancial que representa la afectividad y fortalecimiento alimenticio de nuestra esfera psicológica.
Desde luego que el festejo se refiere al amor en todas sus acepciones, desde el Deídico, a Dios, hasta el romántico o de pareja, pasando por otros como el filial, el platónico o filosófico.
En el campo de la sexualidad, el amor y el sexo tiene un espacio muy importante para fortalecer a la pareja; además de la reproducción biológica, tiene otras funciones importantes, caso del alimento a la afectividad hacía la compañera, los demás y para sí mismo; combate a la soledad, da el importante sentimiento de pertenencia y ubicación social y familiar; hasta el incremento de la seguridad en uno mismo, con un ego bien atendido.
Toda esa importancia tiene el amor y su representación con la sexualidad, sin embargo, con la modernidad, el concepto ha cambiado y dedicado a atender sólo la esfera fisiológica, el placer simplemente físico, el del campo de "la gana", realidad que ha sido manejada maquiavélicamente para que los seres humanos dejemos de vivir la parte espiritual del coito. ¿A qué cree que se deba eso?
Ahora aparece una película que tiene que ver con la sexualidad degradada, la simplemente fisiológica, donde no aparece el cuidado a la salud psicológica y social. Se llama "Las 50 sombras de Grey" y proviene de una serie de tres libros dedicados a contar una historia de sexualidad, en donde el placer físico es entronizado.
Seguramente el origen de la película está en el tema de los tres textos, que de fondo atiende el mercado de consumo de la mujer norteamericana de mediana edad, a la soledad y pérdida de calidad de vida en que viven procesos de dolor por pérdida del amor romántico, sea por separaciones o divorcios, cada vez son más frecuentes en nuestros tiempos o buscando los casos de mujeres que no han logrado su realización en vida de pareja.
Es difícil considerarla pornográfica, puesto que refiere la vida de relación de una pareja que gusta de los juegos sexuales -antes, mal definidos, les llamaban perversiones" y encuentran en una relación sadomasoquista lo que los actores y director consideran amor.
No me malinterprete: del caso -leí los tres libros- lo critico por su parcialidad en la representación del amor de pareja, privilegiando el placer físico y desvirtuando la esfera psicológica y social del ser humano. Es violencia intelectual para las personas que carecen o tienen deficiente educación sexual.
El caso no merece más líneas escritas, pero en el día del amor y la amistad -término que en lo personal me agrada más- se exhibirá en las pantallas de los cines mexicanos y, sin duda, atraerá a las multitudes. Piense que se han vendido cien millones de libros, así que calcule el resultado económico de la película y la desorientación que generará en muchos, en su vida de relación.
Ojalá pudiéramos prevenir a los jóvenes y darles información, aprovechando la oportunidad del caso, en el campo de la educación sexual, evitándoles mayores confusiones y ayudándoles a descubrir lo hermoso que es el sexo vivido con libertad y responsabilidad. ¿Habrá instituciones educativas que acepten el reto?
ydarwich@ual.mx