Hace apenas una semana el Banco Central Europeo anunció un estímulo cuantitativo de 60,000 millones de euros al mes, enfocado a la compra de Deuda Soberana, aduciendo el desplome de los precios del petróleo y baja inflación y sobre todo para seguir apoyando a Grecia que desde el principio de la crisis ha sido un constante dolor de cabeza por su incumplimiento y la presión que ha puesto al B.C.D., a la Comisión Europea y al propio FMI.
Por otra parte, el resultado de este nuevo plan puede poner en aprietos a la recuperación de EU, debe lidiar con un dólar que se está fortaleciendo en forma importante y que se encarece en los bienes estadounidenses para exportación; independientemente de la inestabilidad monetaria en una gran cantidad de países para mantener estables sus respectivas monedas y evitar precisamente el ser menos competitivos en el exterior.
El panorama anterior se ensombrece por el resultado, ya esperado por cierto, en las elecciones en Grecia, en donde se votó a favor de Alexis Tsipras del partido Syriza como Primer Ministro y con una coalición de izquierda que están en contra del programa de austeridad que les ha sido dictado por las instituciones arriba mencionadas y que en principio por los resultados obtenidos en la elección hay un nuevo Gobierno contra las políticas actuales o por el continuismo de la deuda económica de dicho país, entonces surge el peligro de negarse a pagar en las condiciones actuales o de plano abandonar el euro.
Pienso que lo anterior no puede pasar, recordemos que Grecia ha sido rescatado en dos ocasiones y además están exigiendo que se les condone un 33% de su deuda por parte de la extrema izquierda hoy en el poder, pero el B.C.E., la Comisión Económica Europea y el FMI no lo pueden permitir ya que como fichas de dominó, varios países como Italia, España y otros integrantes de la Euro Zona solicitarían las mismas condiciones, lo que significaría un desastre para el Mercado Común Europeo.
Por lo anterior creo que se tendrá que negociar con Grecia condiciones tales como mayor plazo, diversas formas de pago, etc. De ninguna manera una quita del adeudo y por otra parte la tasa de interés actual ya está de hecho en 0; por otra parte, viéndolo fríamente, ¿hacia dónde caminaría este país?.
Lo anterior me da la oportunidad de compartir la tesis del economista Thomas Piketty sobre éstas acciones de los Bancos Centrales. "Respecto de estas políticas se deben precisar varios aspectos. Para empezar, los bancos centrales tienen el poder de evitar la quiebra de un banco prestándoles dinero necesario para pagar salarios y proveedores, pero no tienen el poder para obligar a las empresas a invertir, a los hogares a consumir y a la economía a reanudar el crecimiento".
"La fuerza de los Bancos Centrales radica en que pueden redistribuir la riqueza muy rápidamente, y en principio en proporciones infinitas. Si fuera necesario, un Banco Central puede, en el lapso de un segundo, crear tantos miles de millones como desee y depositarlos en la cuenta de una institución o de un gobierno. En caso de urgencia absoluta (pánico financiero, catástrofe natural, guerra) esta inmediatez y carencia de límites para la creación de dinero son dos de sus ventajas irremplazables. En particular, ninguna autoridad fiscal podría actuar tan rápidamente para recaudar un impuesto: tiene que definir una base, tasas, promulgar una ley, recaudar el impuesto, prever las posibilidades de reclamación, etc. Si hubiera que proceder de esa forma para resolver una crisis financiera, ya habrían quebrado todos los bancos. Esta rapidez de ejecución es la principal fuerza de las autoridades monetarias".