A pesar de que en múltiples documentos y principalmente en el discurso oficial se menciona constantemente que la educación es el componente más importante de la política social de México, los hechos contradicen lo anterior, cuando se aprecia el desgano con el que se atienden los problemas en las universidades públicas e incluso la insuficiencia de los recursos destinadas a las mismas.
Es necesario se exigiera a la Secretaría de Educación más acción y menos política (ya sé que es mucho pedir) pero se requiere mejorar la calidad y cobertura de la educación a todos sus niveles iniciando con una reasignación mayor de recursos, aunque en documentos oficiales como antes menciono los recursos para política social son limitados y que deben ser orientados hacia aquellos de mayor necesidad, esto no parece ser la realidad si atendemos al creciente número de personas que, el desempleo y la falta de oportunidades, se incorporan a la categoría de pobres.
Lo mismo sucede con el reciente cambio por parte del gobierno federal de Oportunidades a Prospera bajo la responsabilidad de Rosario Robles cuya actividad en mi opinión ha sido gris, pues no se nota una verdadera estrategia y sobre todo resultados tangibles a pesar de que su discurso positivo que regularmente maneja no va acorde a las regiones marginadas y no me parece que aminore los niveles de pobreza; desde luego hay que considerar que si no hay crecimiento económico tampoco se puede revertir esta situación, pero se requiere claridad y no discursos, aparte de confundir la creciente participación del sector informal como fuente de empleo.
La estadística infalible es la corriente continua y creciente de trabajadores nacionales al país del norte en busca de una oportunidad de empleo remunerado. La magnitud de las remesas de los trabajadores emigrantes son de suma importancia, salvo en el periodo de la crisis mundial iniciada en los Estados Unidos, pero lo vemos constantemente, la inmigración continúa con todo y los riesgos de todo tipo desde el inicio de partida en nuestro propio país, la travesía y posteriormente la suerte que puedan correr estando en ese país.
Esto me permite llegar a la conclusión de que la política social que se lleva a cabo en el país no ofrece alternativa al menos al mediano plazo de reducción a la pobreza, no sólo en términos de ingresos, sino de acceso a la salud, educación y a la obtención de servicios que por último es caldo de cultivo para alimentar los grupos de la delincuencia en sus diversos niveles.
La insuficiencia del nivel de empleo se traduce por consiguiente en un dramático menoscabo de la integración y protección social que desemboca en inconformidades que están reprimidas y al menor problema de cualquier tipo explota como lo estamos viviendo con razón o sin ella en los últimos meses dolorosos para el país; incluso sólo un comentario breve sobre un nivel social más alto de la población: vemos una información sobre el crédito al consumo que indica que ha crecido un 3.5% anual y por otra parte Agustín Carstens, gobernador del Banco de México, indicó que "los créditos al consumo traen una tasa alta". La morosidad aumenta en créditos personales y de tarjeta que se dan de manera muy flexible. Por ello es que la generación de empleo debe recibir una alta prioridad orientada a integrar amplios grupos de población que están rezagados o muy mal remunerados y es aquí donde debe de existir una verdadera cohesión del Gobierno y el sector privado, ya que, como yo lo veo, es el único medio para planear una estrategia de desarrollo con todo y la problemática externa económica y social antes de que el destino nos alcance.