El mundo de los negocios y no es exagerado, estaba al pendiente de la reunión de la FED. La semana que terminó y por fin la declaración oficial de Janet Yellen tranquilizó los mercados al declarar que por el momento y con base al comportamiento de la economía en los Estados Unidos, no habría cambio en la tasa de referencia, de inmediato se reactivaron las operaciones a niveles de normalidad y el mercado de dinero arrojó ganancias para el mercado de dinero y desde luego el peso mexicano se apreció con una baja a precio menor desde el día 4 de marzo que fue su última cotización más alta.
Pero lo anterior es coyuntural, por el momento el dólar se deprecia por el anuncio mencionado, sin embargo queda pendiente para mediados de año, cuál será nuevamente la decisión sobre el probable cambio en las tasas de interés; por otra parte unas breves consideraciones al comportamiento económico de nuestro vecino país, la inflación ha estado a la baja y si continúa de esa forma no necesariamente es bueno, el indicador de la confianza del consumidor si bien es alta lo relevante es que tiene dos períodos consecutivos descendiendo y se trata de familias de clase media a baja, si lo anterior persiste el consumo interno puede perjudicar el crecimiento que se espera, por lo tanto hay que darle seguimiento a estos datos.
Desde luego no pierdo de vista que casi todas las monedas de las economías emergentes se han depreciado frente al dólar. Hay otros factores que responden a una dinámica global, hace cuatro meses nadie habría pronosticado que el dólar iba a llegar a los 15 pesos y que el barril de crudo iba a bajar tanto, con el ingrediente adicional de la decisión de la OPEP de que a pesar del precio no bajarán su producción lo que incrementa el riesgo global.
Los expertos pueden especular o proyectar cuál será el comportamiento del precio del crudo, sin embargo es un hecho que por el momento México está protegido, sin embargo el efecto del desplome del petróleo se verá en el mediano y en el largo plazo, por lo tanto independientemente de la Reforma Energética, cuando se abra el mercado conforme a las leyes secundarias, éste dependerá en gran parte de los precios internacionales y por lo tanto, al tener una baja en el precio del petróleo las inversiones se podrían contraer y las empresas por consecuencia analizarán en dónde es menos riesgoso invertir, por lo tanto yo opino que el Gobierno debe analizar como ser competitivo a futuro y no dar por sentado que las puras Reformas alentarán las inversiones.
Por otra parte, desconciertan las declaraciones del director general de Pemex Exploración y Producción, que informó y lo conocimos en los medios de comunicación, que se ajustó el estimado de producción petrolera como consecuencia del ajuste al gasto que sufrió la empresa en enero pasado, pero de inmediato Luis Videgaray rechazó tal afirmación y esto no es tema menor.
Por otra parte, debemos de considerar que el recorte al gasto que realizó la SHCP necesariamente tendrá repercusiones en nuestra economía y hay que considerar que el Déficit Público ha crecido en un 46 % y la Deuda representa un 44 % del PIB por lo que aún cuando tenemos respaldo en este momento no conviene que se de paso al optimismo que caracteriza a los responsables del manejo financiero y político del país, el marco tributario con la Reforma Hacendaria no ha dado el resultado que se esperaba y existe desconfianza hacia los pronósticos oficiales que se proyectan para el presente año; a pesar de las diversas declaraciones tanto del Sector Oficial como de los banqueros en la reciente y acostumbrada reunión anual, no necesariamente se apegan a la realidad, claro que tenemos una banca sólida, pero no creo que se tenga la posibilidad a todos los niveles empresariales y de negocios de recibir crédito oportuno y sobre todo con tasas de interés más bajas no obstante la exhortación del presidente Peña Nieto y del secretario de Hacienda.