A partir de la salida de la crisis en el 2008, los especialistas han advertido a los bancos centrales que las políticas de bajas tasas de interés podrían impulsar el alza de los precios debido a la abundancia de capitales que crearían las mencionadas políticas, pero la debilidad de la demanda en muchas economías desarrolladas provoca un exceso de oferta, por ejemplo, en China que al solicitar bienes y servicios en forma muy importante frena la subida de precios por parte de las empresas; como podemos ver, en ocasiones recibimos las noticias que sólo reflejan una parte de las implicaciones para decidir, en este caso la decisión de subir o bajar las tasas de interés, o bien otras relacionadas con el acontecer de la economía.
Por ello es interesante la época que estamos viviendo sobre la incertidumbre al inminente alza a las tasas de interés por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos. Se decía que para abril, posteriormente para junio y otras opiniones pronostican que será hasta septiembre, por ello inicié mi artículo con lo mencionado en el párrafo anterior, ya que en ocasiones este tipo de asertivos inducen a pensar que se trata de sorprender o crear nerviosismo especulativo en los mercados.
Por lo tanto, para seguir tomando el tiempo de para cuándo pudiera llegar el aumento esperado en las tasas, se requiere que el crecimiento en la economía en EU sea sostenido, que el empleo llegue a la expectativa máxima que el Comité de la Fed ha considerado deseable entre 5.0 y 5.2 por ciento, pero esto no lo es todo, también hay que considerar entre otros factores si éstos son transitorios, aleatorios o circunstanciales, tales como la afectación del clima, etc. En pocas palabras, existen objetivos a mediano plazo que se tienen que cumplir para la toma de decisiones; otra condición que por poco dejo de lado: la inflación es conveniente que se mantenga baja pero se considera, como es natural, que al estimarse mejoría en el mercado laboral y en el consumo, ésta tenderá a subir, por lo tanto, su manejo es delicado para que sea gradual y controlable.
Por otra parte, la verdad es que no hay confiabilidad en el comportamiento de las economías mundiales con sus excepciones. China tiene una economía que ha venido desacelerándose, sin embargo, estamos hablando que su PIB actual está en un 7% que influye en los mercados más que el 3% positivo de EU. Y si lo mantiene es suficiente para mantener la confianza de los inversionistas; por su parte, la Comunidad Europea sigue con sobresaltos, Alemania e Inglaterra bien, pero Grecia sigue dando dolores de cabeza al Banco Central ya que sigue sin poder cumplir con las condiciones impuestas por éste y el propio FMI, afortunadamente logró pagar los 750 millones de dólares que estaban por vencer y atemperó los ánimos en todo el mundo pero, queda mucho camino por andar, España mejora pero no está claro su panorama, e Italia mal.
Por lo que respecta a México, seguimos con un crecimiento incipiente que al parecer seguirá en la misma línea para el próximo año, y los recortes por parte de Hacienda por el mismo periodo deja muy poca maniobra para la inversión pública, y los beneficios de las reformas, como sabemos, son a mediano y largo plazo, el secretario de Hacienda se mantiene optimista en el comportamiento de la economía y Banxico más cauto pero ambiguo, Agustín Carstens, gobernador del mismo, pronosticó turbulencias por la situación externa y volatilidad en los mercados por el aumento de las tasas de interés por parte de la Fed, "pero al final dejará beneficios a México", pero por lo pronto a mantener la tasa de referencia en espera de la fecha "matona" de la Fed. Con declaraciones no se puede bajar el tipo de cambio de los 15 pesos y con la subida de las tasas repercutirán en un mayor costo financiero para consumidores y empresas. Me pregunto, ¿y la economía familiar?.