ALGO SOBRE LA LECTURA
Hay muchas maneras de obtener el conocimiento: una de ellas es la lectura. Leer es una manera de acercarnos a la realidad. Los libros expositivos son aquellos que nos hablan de los conocimientos científicos que se han ido acumulando a través de la historia. Los primeros que llegan a nuestras manos son los libros de texto y los más sofisticados son los tratados que producen los investigadores, pasando por las tesis y las monografías. Aquí, de lo que se trata es de probar la realidad, partir de hipótesis y métodos de comprobación. Un pariente de este tipo de escritos es el ensayo, que si bien no prueba, como la tesis, sí analiza con bases lógicas, por lo menos, y puede sospechar cuando algo no concuerda con la verdad.
El tipo de libros anteriormente expuesto es lo que conforma la ciencia y es lo que aparentemente se enseña en las universidades, no solamente a obtener el conocimiento de lo que ya ha sido investigado, sino a practicarlo en la solución de problemas reales, además de seguir incrementando el acervo en lo que en un área determinada del saber se ha ido acumulando. Aquí tenemos que hacer hincapié en que el proceso educativo puede darse en dos etapas, el nivel técnico y el nivel profesional. El primero supone que se sabe hacer ciertos actos para la solución de algunos problemas aunque no se dominen las razones del porqué. En el caso de la profesionalización, se investiga; o sea, que no solamente se sabe el porqué, sino que se tienen las armas para seguir incrementando el acervo de conocimiento y se puede establecer una metodología para lograrlo. Es el significado de las licenciaturas.
Un buen profesionista debería tener una buena biblioteca en su campo, por lo menos. Si en las universidades se forman investigadores, éstos publican en algún lado y para estar al día habría que conocer el conocimiento que producen las investigaciones realizadas en las instituciones avocadas a ello. Si esto no sucede, es que el profesionista se conforma con su nivel técnico, y muchas veces ni siquiera esto sucede, porque a la hora de hacer, se ve que no sabe aplicar el conocimiento teórico adquirido en un problema concreto. He ahí la razón del porqué hay muchos profesionistas desempleados.
Anécdota: en una industria se trajo maquinaria del exterior y había que instalarla en la fábrica. Se recurrió a los ingenieros que se tenía contratados y su excusa para no hacerlo fue decir que ellos eran ingenieros y no técnicos. Esas son las grandes disculpas de los que van a la universidad a hacerse tontos y piensan que por tener el título ya les debes pagar aunque no sepan hacer nada. Lo mismo sucede en todas las profesiones; tal vez por ello, cada vez menos se aportan soluciones a los problemas que padecemos en la sociedad, porque a pesar de cacarear tanta educación, nos quedamos con los titulitos sin obtener los conocimientos.
El segundo nivel de lecturas sería aquellas por las cuales se obtiene la cultura. Este concepto, el de cultura, muchos lo mal entienden: se piensa que es el saber de conocimientos innecesarios, exclusivamente de adorno, o se refiere exclusivamente al arte. Ni lo uno ni lo otro: la cultura es todo aquello que nos ayuda a obtener la conciencia de nuestro ser, tanto individual como social. A diferencia de los animales, pensamos, y esta habilidad nos permite saber que existimos, y en segundo lugar, nos facilita darle una dirección a nuestra vida. Creo que esto no lo pueden hacer los animales ni el mundo vegetal; por lo menos no lo han expresado y si lo han hecho, no nos hemos dado cuenta. Cultura es todo aquello que da sentido a los actos de nuestra vida, lo que alimenta esta conciencia y enumero las grandes áreas: mito, rito, religión, filosofía, ciencia, arte, ideología, usos y costumbres, incluidas todas las tradiciones.
La lectura es un modo de mamar la cultura, de darnos cuenta del devenir de nuestra sociedad. La historia nos dice la razón del porqué nuestra sociedad es como es y cuáles son las grandes epopeyas realizadas para llegar a ser lo que somos. La literatura es otro modo de enfrentarnos a la historia. La ficción siempre nos ha acompañado desde que nos dimos cuenta de que podíamos pensar, nos abrió la puerta a la posibilidad de crear, de transformar la naturaleza para nuestro beneficio. No solamente hemos representado a la realidad; la hemos reinventado. La escritura y la lectura es la gran expresión de nuestra racionalidad.
Por: José Luis Herrera Arce