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ENSAYO SOBRE LA CULTURA

EL ARTE Y LA CULTURA

JOSÉ LUIS HERRERA ARCE

Confundimos la palabra arte con la palabra cultura; la primera es parte de la segunda, pero el concepto del segundo implica mucho más cosas. También, cuando hablamos de arte, suponemos que es algo magnífico, aunque difícilmente podríamos explicar por qué. Por lo menos adorna; no es un oficio que se pueda comercializar tan fácilmente, se tolera, se soporta, pero que nadie de tu familia se quiera dedicar a ello porque seguramente se va a morir de hambre.

Los artistas suelen ser personas insoportables o anormales. Cuando viven, son unos muertos de hambre, mas al morirse, alguien les encuentra la genialidad y su obra se precia en muchos millones de dólares que van a parar a los bolsillos del comerciante, o a los herederos, que a lo mejor ni siquiera les gusta lo que comercian.

Posiblemente, una tía soltera suya se dedique al arte o porque pinta un cuadro o porque escribe un poema o un cuento. No todo lo pintado es una buena pintura ni lo rimado hace al buen poema. Sintiéndose artista se salta a otra dimensión, la de los privilegiados, que otros considerarían la de los inútiles. En fin, en esto del arte hay tantas opiniones que uno se pierde.

Dejando a un lado las consideraciones anteriores, ¿qué es el arte?

Dos características se me vienen a la mente: la perfección y la belleza. Es tradicional que se piense que el arte es bello y qué es perfecto; aunque en muchas obras consideradas como arte no encontremos ni una cosa o ni la otra. ¿Cómo se puede decir que algo sea perfecto o bello? Hay un dicho que dice, de tu arte a mi arte es mejor el mío, tratándonos de colocar en ese mundo.

Por lo pronto, al arte se estudia, hay lo que se llama la preceptiva, que viene de precepto o norma, y que se refiere a las reglas que rigen este mundo. No sólo basta con la inspiración, sino que eso va vestido por una serie de principios que el artista debe respetar si quiere obtener algo que valga la pena.

Así como el artista estudia las reglas, el público debiera tener un conocimiento de lo que se trata con el fin de profundizar más en el mensaje que el autor propone. Aunque dicen que el arte debe impactar a la primera, sin muchas explicaciones y que cualquier hijo de vecino debiera reconocer la obra de valor nada más al verla, leerla, escucharla, cosa que, entre nosotros, no sucede, porque habría que desarrollar un gusto, por hoy atrofiado, debido a los medios de comunicación, los bien o mal llamados, industria cultural, que nos hacen consumir productos chatarra.

Nos queda por discutir qué es lo bello y qué lo perfecto; para mi gusto personal, lo uno no va sin lo otro. Lo bello se capta con la sensibilidad, lo perfecto se analiza con la inteligencia, las dos cosas se unen. Pero además el arte es un medio de conocimiento subjetivo. El mundo es representado por el autor y es un modo muy particular de hacerlo. Lleva su firma, que es el estilo. Ver a través de los ojos de un buen autor es toda una experiencia porque nadie más nos hace ver como él. Podríamos mencionar muchos casos: Kafka, Rilke, García Márquez, Murakami, su autor preferido que por algo lo lee.

El arte también es inteligente, una ventana al mundo que induce a la reflexión, o al gozo de la contemplación, al éxtasis, a la catarsis a la que se refiere Aristóteles. En este nivel, llegamos a la inexplicable para darle hilo a la sensibilidad que goza y que nos puede llenar a una experiencia semejante al misticismo, con todas las proporciones que ustedes quieran, guardadas. Esta será la posible razón por las que algunas religiones intentan representar lo místico a través de arte.

La presunción nada tiene que ver con el arte. No todo lo que rima es verso, ni lo que suena, música. El arte es una de las manifestaciones exclusivamente humanas, te vuelve sensible, te conecta con los demás seres humanos, te compromete con esta humanidad, te permite rebelarte, es una constante búsqueda, el invento del mundo, la intención de poseer a la naturaleza. Nace con el primer cuento de la tribu, con la invención del primer Dios, con la primera pintura rupestre, con la primera contorsión, construcción, elaboración de objetos, la primera mirada al firmamento o puesta de sol que extasió al primer hombre que comenzó a razonar y a presentir que detrás de todo hay algo más.

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