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ENSAYO SOBRE LA CULTURA

José Luis Herrera Arce

¿PARA QUÉ SIRVE LA LITERATURA?

Das por sentado que la literatura sirve para algo; mas de repente alguien te cuestiona, ¿tú que ganas con eso? Tan placentera que es la vida sin tanto alboroto. Te la vives tranquilo, vas al café y no pasa nada si no lees.

Posiblemente, no pasa nada si no lees; ni los animales, ni las plantas, ni los minerales necesitan leer. El hombre se puede acoplar a sistemas inferiores de vida; trabajar por inercia para obtener una pensión y seguir viviendo en la inercia hasta la muerte, el punto final. Para qué pensar en la vida futura si una vez desprendido de la materia al espíritu no le quedaría más que hacer funciones espirituales. Cuando yo me pongo a pensar en lo que sería el mundo metafísico, lo refiero al pensamiento y a la emoción, al conocimiento y al sentimiento, a la voluntad de tener conciencia, o a ésta en todo su apogeo. Pero entonces, como me podré enfrentar a ello si en el mundo terrenal no me preparo o me dispongo. Para los no creyentes, no me tengo que esperar a morir para disfrutar lo que se supone hay en el cielo. Aquí puedo conocer, aquí puedo sentir, aquí es posible llegar al éxtasis o a la epifanía, según Joyce, el descubrimiento de lo que me rodea o es el hombre.

Desde los primeros tiempos, al ser humano, animal racional, le ha gustado representar y representarse. Con su facultad de imaginación, que también se desprende de la inteligencia, ha satisfecho su constante necesidad de preguntarse lo que es el mundo y de lo que es la realidad con el fin de poder interactuar con la naturaleza, para bien o para mal. Por este camino llegó a la filosofía y a la ciencia de donde se desprendió la ética, la moral, la ley y la tecnología. Su manera de vivir ha cambiado en el transcurso de la historia y para el futuro se pueden proyectar diferentes posibilidades. Un botón de muestra: en el siglo XIX, en la novela ya estaban descritos los adelantos que hubo en el siglo XX y los peligros de los sistemas totalitarios en la primera mitad de la centuria pasada. Julio Verne, Aldous Huxley, etc.

Si el hombre es racional, y por serlo tiene una conciencia, entonces, así como alimentas el cuerpo y procuras por su bienestar físico, con la conciencia sucede lo mismo, hay que alimentarla. Come información, pero también es emotiva y le gusta fomentar los sentimientos; como conciencia, tiende a saber de su pasado, para comprender su presente y diseñar su futuro; puede ser pasional, rebelde, tranquila, idealista, lo que tú quieras. La lectura es un medio para alimentar a la conciencia.

Como todo, hay niveles de conciencia. Hay quienes se conforman más con su animalidad que con su racionalidad. Con el sexo, que no tiene ciencia alguna, y con el lujo, les es más que suficiente. Su sentido de ser es un auto de lujo o una mansión, sin importar los medios para obtenerlos. Son egoístas, como el niño que mama, y tienden a destruir lo que les rodea en su beneficio personal.

Hay quienes buscan un poco más; se entregan a una familia, a una sociedad, a otro que no es él. Comprende que el lujo es superfluo y que el sexo puede ser entrega. Si le gusta la vida, formará a sus hijos para la vida. Respetará a la naturaleza porque sabe que depende de ella (sobre todo, hoy que se ha descubierto el concepto de nicho ecológico y todo lo que conlleva). Tenderá al buen comer y beber; aclaro, buen comer no es ponerse obeso sino disfrutar de los sabores de la comida; el buen beber no es volverse alcohólico, sino saborear el vino. Tenderá a la vida armónica con su entorno.

Pero aún se puede más, caer en cuenta de que tiene necesidades estéticas e intelectuales. Le gustará viajar, por lo menos en los libros, conocer otras culturas, abrir su percepción a la música, la pintura, la escultura, la danza y todas las artes. Valorará las artesanías, sobre todo las de su patria. Buscará en los mercados los olores regionales. Se pasmará con las representaciones de todo tipo que encontrará en los museos y los templos, crea o no crea. Buscará al hombre en sus múltiples representaciones para valorar su dignidad.

Claro que también el hombre representa lo negativo, lo demoniaco. Es todo y ese lado también hay que conocerlo para dominarlo. Se preguntará si es posible, si existe la voluntad y la libertad.

El mundo, la naturaleza, los otros, están afuera de ti, para que los conozcas a través de tus sentidos. Entre más información tengas, más rico serás y menos te conformarás y menos esclavo de la voluntad de otro serás. Por eso leo.

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