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ENSAYO SOBRE LA CULTURA

RÉQUIEM POR MADERO

JOSÉ LUIS HERRERA ARCE

Desde hace mucho, se andaba cocinando la muerte definitiva de lo que quedaba de la Revolución Mexicana. Por fin, le dan sagrada sepultura al grito que la inició: "Sufragio efectivo, no reelección"; se supone, que ahora se pueden ir ligando los períodos presidenciales municipales y los diputados y senadores, quedando en el olvido la verdadera democracia o un estado donde la voluntad del pueblo contaba para algo.

Es obvio pensar que cada vez los políticos se alejan más de lo que hemos dado en llamar pueblo, al que consuela con las migajas que caen sobre la mesa o con los regalitos anodinos que no le remedian la vida a nadie mientras que los sueldos que nuestros supuestos representantes cobran son altísimos. ¿Cómo van a dejar ir ese hueso tan jugoso?

Como cuentan con buena labia nos han hecho creer que la experiencia es lo que los capacita para cumplir de mejor manera con los puestos de elección, porque los nuevos nada saben de los procedimientos que se siguen en las cámaras y en las presidencias y se gastará tiempo y esfuerzo en capacitarlos.

Permítanme disentir: la figura del legislador o del presidente municipal no es de experiencia, sino de representatividad. Si un individuo puede acceder a un estrato social donde es posible contar con un mejor nivel de vida, lo más seguro es que dirija sus esfuerzos a permanecer ahí y no dejarse arrebatar lo conseguido. Si para hacerlo tiene que olvidarse de las necesidades de donde viene para satisfacer otro tipo de intereses capaces de hacerle seguir disfrutando de sus privilegios, lo hará. Con la no reelección, por lo menos se permite el continuo cambio de personas, renovándose la verdadera representatividad, y aun así, hemos visto desgraciadamente que no se logra el propósito inicial de la democracia: el gobierno del pueblo para el bien del pueblo. Con las reformas, permitimos que la democracia pretendida se nos convierta en una oligarquía y hace inútil todo el proceso mexicano del siglo XX porque estamos volviendo al porfirismo: Sólo nos falta promover con mayor fuerza el caciquismo, que ya en ciertas partes de nuestro territorio existe.

Por otro lado, las leyes que impidan las candidaturas independientes van en contra del espíritu democrático donde se supone que cualquiera, en edad adulta, puede acceder a los puestos de elección una vez cumplidos ciertos requisitos. No veo cuál sea la razón de que obliguen a los candidatos a ser elegidos por un partido. Eso supone poner filtros que las personas deben pasar para hacer valer los derechos constitucionales y que los grupos oligárquicos están impidiendo la libre manifestación de la ciudadanía en el hecho de ser votado y de votar.

¿A qué le tienen miedo los partidos? A perder sus canonjías: poder y dinero. La situación en la que se encuentra el país demuestra su ineptitud para enfrentar los problemas nacionales y resolverlos. Entonces, tiene que existir otra vía para resolverlos democráticamente y no es válido poner trabas a las intenciones ciudadanas.

¿Cuál experiencia pueden tener los partidos políticos que no han sido capaces de dar solución a nuestro agobio y que en lugar de ello complican cada vez más el vivir en México? Ni se generan nuevos empleos, ni se dan mejores salarios, ni la participación del libre mercado ha mejorado la economía, somos uno de los estados más endeudados de la República, no se puede presumir un futuro benigno para nuestros descendientes, hay inestabilidad social y la lista se puede seguir agrandando. Cualquier opción nueva que se quiera probar es apropiada. No podemos seguir casados con lo mismo si no funciona.

Los ciudadanos también tenemos la culpa por quedarnos callados. No protestar es aceptar.

No a la reelección. En el estado de Coahuila, de donde surgió Madero, no se puede estar dando. Qué lástima que los privilegiados por el sistema sean los más desagradecidos. Por lo pronto, a mí no me representan. Quiero tener el derecho de buscar y elegir a quien verdaderamente me represente, aunque sea fuera de los partidos políticos, que también estos organismos se han vuelto un buen negocio, ya que reciben dinero de nuestros impuestos, aunque resulten poco efectivos.

Es hora de hacer algo. Por lo pronto: "Sufragio efectivo y no reelección".

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