El Síndrome de Down, considerado como la causa más común de retardo mental en todo el mundo, es una alteración genética irreversible que generalmente provoca retraso en el desarrollo físico, intelectual y lingüístico. (ARCHIVO)
El 19 por ciento de quienes padecen Síndrome de Down presentan antecedentes familiares, mientras que el resto de los casos se debe a factores no genéticos como el alcoholismo, la exposición a altas temperaturas durante el primer trimestre del embarazo, las afecciones e infecciones virales y por problemas de salud materna, incluyendo en ello la edad de la mujer.
Ante el desconocimiento de esta enfermedad, no obstante que es posible su detección desde la etapa prenatal, así como su grado de afectación, la información que se difunda al respecto es la mejor herramienta para enfrentar este problema de salud.
CARACTERÍSTICAS
El Síndrome de Down, considerado como la causa más común de retardo mental en todo el mundo, es una alteración genética irreversible que generalmente provoca retraso en el desarrollo físico, intelectual y lingüístico; los afectados tienen como características físicas la inclinación de los ojos, cuello corto, pelo fino y liso; hipotonía muscular generalizada; discapacidad intelectual; crecimiento retardado y envejecimiento prematuro.
Algunos pacientes pueden presentar cardiopatía congénita, insuficiencia del sistema inmunológico, trastornos oftalmológicos; alteraciones auditivas; disfunción tiroidea; infecciones del aparato respiratorio y malformaciones congénitas del tracto gastrointestinal.
El Síndrome de Down es un conjunto de síntomas y signos diversos que se manifiestan en el desarrollo global de la persona desde su concepción, a causa del exceso de material genético del cromosoma 21. Por lo general el núcleo de cada célula contiene 23 pares, formando en la pareja un total de 46, mientras que en el caso de esta enfermedad se tiene uno extra, es decir, 47.
No obstante que se conoce que el riesgo de tener un hijo con Síndrome de Down es mayor conforme la edad de la mujer -entre quienes tienen menos de 35 años la probabilidad es de uno por cada 275 nacimientos y en las que rebasan los 40 años es de uno por cada 100- más del 85 por ciento de los bebés que nacen con esta alteración genética son hijos de madres menores de 35 años.
Este síndrome se presenta en personas de cualquier raza, nacionalidad, religión o condición socioeconómica, y es la alteración cromosómica más frecuente en el mundo, al ocurrir en uno de cada 700 nacimientos.
Asimismo, quienes lo padecen requieren de una gran actividad para mantener las habilidades adquiridas en la enseñanza especial, ya que de lo contrario esta discapacidad puede ser mayor.