Con la nueva Ley de Transparencia:
Para el manejo de públicos recursos
en política y gobierno habrá decencia(?),
la gente exige además haya eficiencia.
II
Ahora senadores y diputados federales,
también de los Estados, gobernadores,
así como los legisladores locales,
igual que presidentes municipales;
los partidos políticos y los sindicatos,
lo mismo entes públicos que privados,
tendrán que rendir cuenta de sus contratos,
de los bienes y recursos administrados.
III
Ley, por ambas Cámaras fue aprobada,
para su publicación, al Ejecutivo enviada,
desde luego, previa su promulgación;
la cosa va en serio, dicen, no es “vacilón”.
IV
Que para los responsables habrá sanción:
Quien niegue, oculte o altere información;
aquel que no rinda cuentas, o con la “lana”
se “vaya grande”, tendrá la repulsa ciudadana
¡y castigo de la Secretaría de la Pública Función!
Ojalá que no quede sólo en discursos;
que no insulten nuestra inteligencia;
se dice por los modos, trucos y varios usos
¡cómo suele interpretarse la ineficiencia!