Recordamos siempre a los buenos;
de los malos (¿) también nos acordamos,
que a nuestra conducta pusieron
“frenos”:
por eso decimos: No nos equivocamos.
II
Soy afortunado por haberlos tenido;
el carácter forjaron ymi espíritu
templaron,
me enseñaron a no dejar en el olvido
los conocimientos que me
proporcionaron.
III
Jesusita, profesora de primer grado;
en segundo grado, Arnulfo Robles,
Sandoval y Socorro Vargas, en “terciado”,
cuartoMéndez y 5º Licha Fierro, nobles,
en sexto, Rosa del Río de Enríquez.
IV
Destaco los de secundaria y preparatoria:
al Lic. Cisneros, que me indujo
en la Oratoria;
Hdez. y Souza, Filosofía, Literatura
e Historia;
Darío Alvarado, maestro de
Latín yGriego,
DeMatemáticas, Padilla y
Mendoza, luego.
Son algunos de los que guardo
en la memoria.
Aún los que nomenciono tienen
mi gratitud,
pues me hicieron vivir plenamente
mi juventud:
todos ellos enmi Instituto “18 deMarzo”,
donde tus hijos, dijo el poeta, en un
solo abrazo,
¡con orgullo van cantando Victoria,
Victoria!